Amor salvaje; los animales también muestran su afecto

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Amor salvaje; los animales también muestran su afecto

Supuestas muestras afectivas ocurren en todo el reino animal. Foto: Vanguardia/The Grosby Group
Dicen que solo el ser humano es capaz de amar. Sin embargo, estos animales ponen en duda esta afirmación con estas muestras de afecto

En 2014 el investigador estadounidense Paul J. Zak, de la Universidad Claremont Graduate, pudo establecer que los animales son capaces de sentir “amor” o “cariño” hacia otros animales y los humanos. Esto confirmó una creencia que a lo largo de la historia de la humanidad ha dado pie a incontables historias.

Foto: Vanguardia/The Grosby Group
Foto: Vanguardia/The Grosby Group

La fotografía de la naturaleza se ha convertido por sí sola en un género que año con año nos entrega algunas de las instantáneas más conmovedoras, gracias a la empatía que nos causan los animales. En ellos, el ser humano ve reflejada su condición primaria, pero al mismo tiempo distingue en los otros seres cualidades propias de las personas.

Foto: Vanguardia/The Grosby Group
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De acuerdo con la paleontóloga Pat Shipman en su libro, La conexión animal, el vínculo con los animales jugó un papel esencial y beneficioso en la evolución humana desde hace 2.6 millones años. De acuerdo con su teoría, nuestros antepasados tuvieron que aprender a ponerse en el lugar de los animales para evitar ser atacados por ellos o bien para cazarlos, lo que provocó el desarrollo de la empatía en el cerebro y las emociones humanas.

Foto: Vanguardia/The Grosby Group
Foto: Vanguardia/The Grosby Group

En el marco del Día de San Valentín las muestras afectivas, propias y ajenas, son especialmente bien recibidas y si se trata de animales especialmente expresivos, seguramente más de uno se sentirá identificado con los arrumacos que a lo largo y ancho del reino animal ocurren sin limitantes.

Foto: Vanguardia/The Grosby Group
Foto: Vanguardia/The Grosby Group

Al final, poco importa si se trata o no de una mera necesidad de sentirse identificados o de que sea poco responsable “humanizar” a los animales, no es necesario ser un amante de la naturaleza para poder apreciar la belleza que radica en los seres que la conforman.