AMLO, popularidad frente a resultados

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AMLO, popularidad frente a resultados

El Presidente Andrés Manuel López Obrador conserva altos índices de aprobación a un año y nueve meses de haber tomado el cargo, así lo confirman seis encuestas publicadas a inicios de este mes, sin embargo, las encuestas nos ofrecen información adicional, igual de valiosa y a la que Presidencia de la República debería de poner atención.

Un primer punto para destacar es que, a pesar de contar con porcentajes altos de aprobación, que oscilan entre el 46 por ciento y el 68 por ciento, con un promedio de 57 por ciento, lo cierto es que en todas y cada una de ellas la tendencia es a la baja y en algunas la caída en la aprobación es de más de 20 puntos porcentuales.

Además, en algunas de las encuestas preguntaron a los ciudadanos sobre los resultados del Presidente en materias como la economía, el empleo, la seguridad, la salud, infraestructura y el combate a la corrupción, y ahí los resultados son diametralmente distintos, ya que en todos los rubros el Gobierno Federal tiene una valoración negativa más alta, salvo algunas excepciones en salud e infraestructura. Es decir, en los temas torales los habitantes del País perciben que no se están obteniendo resultados.

Esta disociación entre aprobación y resultados insuficientes, que se desprenden de las mismas encuestas, no puede ser permanente, es decir, significa que a pesar de los malos resultados los ciudadanos aún están dispuestos a darle su voto de confianza al Presidente, ya sea porque observan en él buenas intenciones, porque ha logrado convencerlos de su proyecto o porque simplemente no ven otras opciones viables. Sin embargo, si el tiempo sigue avanzando sin resultados tangibles, será cada vez más difícil mantener los altos índices de aprobación.

El gran problema del Presidente es que enfrenta un escenario complicado, ya que en el corto plazo no hay condiciones para mejorar en temas como la salud, la seguridad, la economía o el empleo, por el contrario, muchos de estos temas van a agravarse irremediablemente en los siguientes meses.

Lo anterior lo enfrenta a dos plazos fatales que ponen en riesgo su proyecto político, el primero es la renovación de la Cámara de Diputados, así como 15 gubernaturas y otros cargos a nivel local, todo ello en 2021 y en segundo término, pero no menos relevante, la consulta para la revocación de mandato que se celebrará en 2022.

Si ambos procesos se celebraran en este momento sin duda Andrés Manuel López Obrador y Morena obtendrían un buen resultado, el problema es que aún quedan muchos meses para que se realicen y la tendencia a la baja en los índices de aprobación y la falta de resultados por otro lado, ponen en riesgo los resultados que el mandatario espera y necesita.

Por ende, el reto para López Obrador es buscar la forma de disminuir su caída en los índices de aprobación, ya que resulta complejo que logre un repunte, la apuesta quizá es mantenerlos por encima del umbral del 50 por ciento, aunque ello cada vez se ve más complicado.

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@victorsanval