‘AMLO habla de moralizar el periodismo, pero no el reparto de dinero público’

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‘AMLO habla de moralizar el periodismo, pero no el reparto de dinero público’

Periodista. Alejandro Páez Varela, director de SinEmbargo.
Páez Varela ve como cuenta pendiente de López Obrador, un manejo claro del dinero a medios

En el 2019 el mundo colapsó con la aparición de un virus mortal, la Organización Mundial de la Salud anunció la pandemia por el coronavirus y esta trajo una crisis económica, social y política.

Frente a este panorama, Julio Hernández reunió en el libro, “El México que se Avecina” (Harper Collins) el testimonio de periodistas que dibujan un panorama de lo que este momento traerá para México.

El capítulo de Alejandro Páez se llama “El Aleteo del Murciélago”, donde analiza, partiendo de los dos sexenios anteriores, cómo se ha manejado el presupuesto de publicidad oficial en los medios, y VANGUARDIA conversó con él.

Cuestiono si esta crisis trajo algo positivo al país y el originario de Ciudad Juárez asegura:  “estamos muy lejos todavía de saber qué es lo positivo que nos deja. Pero sí va a mostrar vulnerabilidades en el sector salud y le va a decir al Gobierno que tiene que acelerar en ese sector, por el otro lado, creo que una lección que no hemos considerado es el hecho de que el Gobierno de México se negó a ceder al chantaje de los empresarios, de que si no les daba dinero  no iba a acelerarse la recuperación.

“La recuperación económica va a buen ritmo, de acuerdo con el Banco de México y de acuerdo con la mayoría de las calificadoras va aumentando la consideración de PIB para este año. Creo que sí son lecciones que se tienen que aprender”, enfatiza Páez Varela.

Sería muy injusto si critico a las escuelas de periodismo, porque no sé lo que está pasando en cada una de ellas”.
Alejandro Páez Varela, director de SinEmbargo.

PRENSA ADICTA AL DINERO PÚBLICO

Al entrar en el terreno del periodismo, Páez Varela, afirma que como gremio: “hemos sido profundamente corruptos, y el Gobierno ha corrompido a la prensa y la ha vuelto adicta al dinero público y eso tiene consecuencias graves y una es la que estamos viviendo ahora, cada vez que el Presidente se refiere a la prensa como prensa corrupta, primero yo no estoy de acuerdo que generalice y segundo, no le habla a un medio que no lo sea, la gran prensa mexicana está llena de dinero público, eso tenemos que asumirlo”.

El director de SinEmbargo reconoce que una enseñanza que nos debe dejar es el comportamiento de las audiencias, “porque los periodistas que más ligamos con la corrupción y que ligamos con el pasado, con el peñismo, con el calderonismo, todos esos siguen teniendo grandes audiencias, cómo lo explicas”.

Y aunque, infiero que probablemente esto tenga que ver con una inercia de ver a los mismos, él revira. “Nunca en el mundo se habían tenido tantas opciones para consumir prensa como ahora, prensa alternativa y nunca en la historia del mundo se habían dado tantas alternativas a un consumidor de noticias, como se les da hoy. Efectivamente, puede ser inercia, nada más que la televisión va en picada y hay otros canales que  crecen”.

Pregunto entonces si, a su consideración, las escuelas de comunicación se han adaptado a las nuevas demandas del oficio. “Sería muy injusto si critico a las escuelas de periodismo, porque no sé lo que está pasando en cada una de ellas, y hay muchas en el país, como nunca. Lo que puedo decir es que deben impulsar valores éticos y morales, creo que le corresponde a la academia hacerlo y creo que es una urgencia para el periodismo mexicano ser más ético y más moral. Y pensar muchísimo más en la gente y pensar más en ellos mismos, siento que la prensa mexicana se ha detenido mucho en hacer periodismo cortesano. Incluso el puñado de periodistas que dice conocer el crimen organizado, nunca ha pisado Saltillo o Ciudad Juárez, Culiacán, nunca ha pisado Tijuana. Escriben con los informes que les da una oficina acá en la Ciudad de México, esa es una deshonestidad que se debería subsanar”.

Él (AMLO) había prometido tener una relación más transparente con la prensa y no lo ha hecho”.
Alejandro Páez Varela, director de SinEmbargo.

EL GASTO EN PUBLICIDAD

En su apartado del libro, el autor de “Corazón de Kaláshnikov”, argumenta que el gasto en publicidad gubernamental sí ha disminuido con el nuevo Gobierno Federal, aunque no así la forma de asignarlo. “Creo que esa es una gran deuda del presidente López Obrador, él había prometido tener una relación más transparente con la prensa y no lo ha hecho. En términos de la asignación de los recursos de publicidad oficial se está amparando en la Ley Chayote”.

Páez Varela se refiere a la Ley General de Comunicación Social, que debería observar los criterios de eficiencia, economía, transparencia y honradez, respetando topes presupuestales.

“La Ley Chayote viene desde tiempos de Enrique Peña, yo creo que el Presidente se ampara en la discrecionalidad para premiar y para poderle dar a los cuates. Eso está pasando en México y no está bien. Es una gran deuda que tiene el Presidente, él habla de moralizar las tareas del periodismo, pero no habla de moralizar el reparto del recurso público. Que se acabe la Ley Chayote y con eso”.

PROPONE ESTIMULAR CON DINERO PÚBLICO A REPORTERO

Finalmente Alejandro Páez sostiene que no hay reglas claras para asignar y distribuir la publicidad oficial, pero cómo transparentar este proceso. “Hay distintos modelos y de ahí yo me voy a equivocar seguramente porque no soy académico y no estoy especializado en eso. El Presidente cuando habla de transparencia le gusta citar a Naciones Unidas, bueno debe haber por ahí un organismo de la ONU que pueda ayudarle a, primero, abolir la Ley Chayote y segundo, a buscar mecanismos con los cuales incentivar la profesionalización de los periodistas y de los medios, mecanismos con los cuales beneficiar a la base; obligar a las empresas a que ese dinero público que se da, se otorgue más a los de a pie, me refiero a reporteros, a fotógrafos, a editores, eso sí lo puede hacer el Gobierno”.

Pregunto si el periodismo en México, en general, no hace el papel de contrapoder.

“Creo que estamos viviendo un momento muy particular en la prensa mexicana, con respecto al poder, sí creo que en muy pocos momentos y yo he vivido parte de mi vida adulta en la Ciudad de México y he ejercido el periodismo desde aquí, creo que en muy pocos momentos le podrías decir tú al Presidente lo que le dicen todos los días, sin que el Presidente diga que te corran”, dijo.

“Y puedo citar ejemplos muy puntuales, el de Carmen Aristegui no es el único, de cómo Presidencia ha presionado a las empresas de medios para que les quiten o les pongan ciertos reporteros que son molestos en la fuente, es decir, en Presidencia. Creo que eso no está pasando hoy y que el Presidente sí tiene una crítica muy dura. Creo que una parte de la crítica se la merece y una parte está inflada por los periodistas que perdieron todos los privilegios que sí tenían y que ahí están los números para demostrar que sí tenían”, concluye.