El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confió este miércoles que la ratificación definitiva del tratado comercial T-MEC ayude a superar los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que rebajó del 1.3 al 1% la previsión de crecimiento de la economía mexicana para 2020.

“Este es el pronóstico del Fondo Monetario Internacional. Lo respetamos, vamos a esperar a ver cómo se desenvuelve la economía. Hay indicios de que nos va a ir muy bien”, expresó el presidente en su rueda de prensa matutina en Palacio Nacional.

López Obrador, aseveró que “nos está ayudando mucho que se haya aprobado en Estados Unidos el T-MEC” y celebró que Canadá “dio a conocer que se acelera la aprobación” del acuerdo, que comenzará a discutirse el 27 de enero en el Parlamento de Ottawa.

“En el informe que ayer me presentaron, el peso (mexicano) es la moneda que más se ha apreciado en el mundo con relación al dólar. Es la número uno, no sé si esto pasaba antes”, añadió.

El mandatario subrayó que la moneda de México lleva “trece meses en los primeros lugares” a pesar de que su Gobierno se está deslindando de lo que llama el “modelo neoliberal”.

“Hay otros países que presumen que van muy bien con el modelo neoliberal y no están tan bien. (…) Ojalá los analistas tomen en cuenta esto también”, sugirió López Obrador.

El 30 de noviembre de 2018, los mandatarios de México, en ese entonces Enrique Peña Nieto; Estados Unidos, Donald Trump; y Canadá, Justin Trudeau, firmaron el T-MEC tras más de un año de duras negociaciones para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994.

Pero la oposición demócrata estadounidense bloqueó en 2019 su ratificación en el Congreso hasta que el 12 de diciembre los tres países firmaron una nueva versión del T-MEC, que ya ha sido avalada por los parlamentos de México y de Estados Unidos, a la espera del de Canadá.

Paralelamente, el 2019 no fue un buen año para la economía mexicana, puesto que se contrajo 0.1% en los dos primeros trimestres del año y registró un crecimiento nulo del 0% en el tercero.

Eso obligó a López Obrador a ir virando su discurso, desde prometer fervorosamente que se alcanzaría un crecimiento del 2% hasta restar importancia al crecimiento económico y priorizar el bienestar social.