‘Amigos de Armas’; el disparo sin puntería

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‘Amigos de Armas’; el disparo sin puntería

Historia. La cinta se debate en querer divertir y transmitir su mensaje. Y tiene miedo que si se vuelve cómica, la gente no capte la crítica a la guerra. / Archivo
Esta historia es muy interesante, pero en esta película se convierte en un relato genérico que no sabe bien lo que quiere

Calificación: 6.5 de diez

Conforme la película avanzaba, me seguía preguntando: ¿por qué esto no funciona? Quiero suponer que debería estar muy emocionado, nervioso e incluso preocupado por estos personajes, aunque se tratara de dos tipos ambiciosos y desagradables. Lo único que llegué a sentir por ellos fue indiferencia y no es un problema de la historia que es bastante atractiva. Algo le faltaba, más vitalidad, más energía, más personalidad. Ver a dos jóvenes adictos al dinero y las armas, debería ser al menos entretenido. Humor negro y esas cosas. Lo triste es que no parece haber humor de ningún tipo y eso ya en sí es un problema. Pero la película tampoco es seria. ¿Qué es entonces? Un hueco en el tiempo que puede rellenar si no tienen nada mejor que hacer. 

La historia está basada en un libro llamado “Arms and the Dudes” de Guy Lawson, inspirado en el artículo para Rolling Stone de su autoría, a su vez inspirado en la historia de la vida real. Efraim Diveroli (Jonah Hill) y  David Packouz (Miles Teller) son dos amigos de la infancia que se reencuentran después de muchos años. El primero invita al segundo a su negocio, de dudosa legalidad y moralidad: vender armas al ejército de Estados Unidos en la época de George W. Bush. Ambos se embarcan en una aventura que los vuelve millonarios en poco tiempo, pero pone en riesgo sus vidas. Juntos van sumergiéndose en una espiral de corrupción y armas, con el consabido peligro de no saber cuándo detenerse.

Suena genial, ¿no? Ya con esa primicia quisiera verla. Lo peor del caso es que sí la vi y si pudiera adjuntarles una foto de mi rostro indiferente mientras la veía, lo haría, pero no tomé ninguna. He visto muchas películas a lo largo de mi vida, algunas las recuerdo con cariño y otras se van perdiendo en el olvido. Estoy casi seguro que “Amigos de Armas” (“War Dogs”) será de estas últimas. Pero ¿por qué exactamente? Es difícil de explicar en una cinta de este tipo, es decir, una película que más o menos funciona y tiene material para ser efectiva, pero que simplemente no está a la altura. Lo diré con otras palabras: no es pésima, sin duda he visto peores y hubo partes que disfruté, pero no es nada emocionante, ni tan entretenida como quizá su historia sugeriría.

Vamos por partes. Tenemos a dos grandes actores jóvenes, Jonah Hill y Miles Teller. El primero un fabuloso comediante que ha trabajado con nombres de la altura de Martin Scorsese (“The Wolf of Wall Street”, 2013); el segundo una promesa de los dramas independientes, que encabezó el elenco de la fabulosa “Whiplash” (2014). No creo que la química entre ellos sea mala, hacen un buen trabajo, pero la cinta los pinta de la siguiente manera: el amigo ambicioso y la víctima que no sabe bien lo que quiere. La dinámica es muy sencilla, uno jala al otro y éste sabe que hace mal, pues tiene una esposa y una hija que cuidar. Creo que ambos definen bien las medias tintas con que esta película retrata todo. Uno es malo, uno es bueno, nunca son del todo las dos cosas y no que se tengan que ir al extremo, pero estos personajes pudieron ser más interesantes.

Este tipo de simplificaciones funcionan bien en las comedias o cintas de acción, el problema es que este filme no es ninguna de las dos. Aunque quizá debería. Y eso considerando que es dirigida por Todd Phillips, famoso por realizar la trilogía de “The Hangover” (“¿Qué Pasó Ayer?”). Hay varias bromas aquí, naturalmente inclinadas al humor negro, pero en realidad ninguna logra aterrizar bien. La trama pretende ser más seria que cualquier otra cosa y está bien. Tiene un discurso político y una crítica que hacer a Estados Unidos, pero tampoco se trata de un drama. Es decir, ni es tan chistosa ni tan seria. Y no porque no quiera ser ninguna de las dos, sino porque no se alcanza a decidir por ninguna.

La clara diferencia se siente sobre todo al final, cuando la situación es más dramática. En este punto es cuando es más efectiva la historia, porque la trama es interesante y porque logra ser más consistente en tonalidad. Sea o no la manera adecuada de contar una algo tan absurdo como esto, lo cierto es que funciona bien, aunque que en el ámbito de la sátira fracasa. Otro ejemplo vendría a ser la acción, cuyas secuencias ni son buenas, ni suficientes. La más clara es una persecución en medio del desierto, la cual promete bastante. Apenas comienza a ponerse emocionante, se interrumpe y acaba abruptamente. Claro que esta no es una cinta de acción en su totalidad, pero sí necesita de más actitud y emoción.

Creo que la cinta se debate en querer divertir y transmitir su mensaje efectivamente. Y tiene miedo que si se vuelve demasiado cómica, la gente no termine captando la crítica a la guerra y demás. No sabe (o no quiere saber) que a veces mostrando se entienden mejor las cosas que diciendo. Qué mejor ejemplo que la constante e irritante voz en off del personaje de Miles Teller, que nos señala lo obvio a cada rato. Este recurso narrativo no debe usarse con ligereza, ni menos con tanto descaro. Casi, casi nos van diciendo que el personaje caminó y se sentó en una silla, aunque lo acabamos de ver.

Pero ya que destrocé la cinta, creo que es justo repetir que no es tan mala. Lo que pasa es que tampoco es buena. No niego que alguien se pueda pasar un buen rato viéndola, yo mismo, rumbo al final, me vi algo interesado, aunque ya era demasiado tarde para perdonarle todo lo demás. El punto es que si bien la cinta no quiere convertirse en entretenimiento banal, lo termina siendo. Se vuelve aquello que busca evitar, sobre todo por su mensaje, y en lo que ninguna película que se haga con ciertas intenciones quiere convertirse: una historia olvidable.


El dato

> Elenco: Miles Teller, Jonah Hill, Bradley Cooper, Ana de Armas.
> Director: Todd Phillips.
> Género: Acción / comedia.
> Clasificación: B15.
> Duración: 114 minutos.