Amenazas cumplidas

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Amenazas cumplidas

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lleva seis días en el cargo e inmediatamente comenzó a cumplir sus promesas. El cinismo que mostró durante su campaña, y que algunos pensaron que al asumir la Presidencia se moderaría, se acentúa y se fortalece; además, miente tranquilamente.

Esta semana, aseguró ante congresistas que a causa de millones de votantes ilegales, él perdió el voto popular. Afirmación que es un engaño, ya que hay investigaciones que mostraron que Hillary Clinton lo rebasó en esa votación por tres millones de votos (El País). Las declaraciones de Trump claramente pretenden seguir desacreditando a la excandidata demócrata y a su partido.

Además, el lunes pasado, en su primer día formal de trabajo ordenó el retiro de su país del Acuerdo Transpacífico (ATP), decisión que finalmente favorece a México, ya que es poco conveniente para este país. También prohibió la ayuda de Washington a las organizaciones que apoyan la libertad de decisión de las mujeres o a las que optan por el aborto, con ello aplica su postura misógina; además suspendió la versión en español de la página web de la Casa Blanca, lo que supone actitudes discriminatorias en contra de los millones de hispanos que tienen y mantienen derechos en ese país.

Trump pisotea acuerdos, agravia y ofende a quienes por décadas han sido los aliados incondicionales de su país e impone decisiones unilaterales sin el menor ánimo de consideración o negociación.

Peña Nieto ofrece diálogo y negociación, pero Trump actúa vertiginosamente e ignora al Presidente que primero lo invitó como candidato y que con esto reforzó su campaña. Canadá considera establecer un comercio bilateral, sin México, por lo que nuestro país se queda solo. Se intuye que a los dos grandes del primer mundo de Norteamérica no les interesa nuestro país como socio, así que es muy dudoso que Peña Nieto logre acuerdos que nos den ventaja.

La población mundial está en estado de alerta. Millones de mujeres del planeta salieron a protestar el sábado pasado en contra del nuevo Presidente de la nación todavía más poderosa del mundo; en Washington, América Ferrera, de origen latino, abrió la marcha con un discurso en el que enfatizó: “Nuestra dignidad y nuestros derechos han estado bajo ataque, una  plataforma de odio y división asumió ayer el poder, pero el Presidente no es Estados Unidos, nosotros somos Estados Unidos y estamos aquí para quedarnos”. También la celebre cantante Madonna pidió luchar sin miedo por el derecho a ser libres e iguales (Reforma, 22 enero 2017).

Julia Roberts, Emma Watson, Katy Perry, Olivia Wilde, Yoko Ono, entre muchas otras figuras del medio artístico, sin miedo estuvieron en la histórica marcha contra Trump y sus políticas misóginas. “Respeta mi existencia o espera resistencia”, “Todo lo que creo está siendo atacado”, “Los migrantes no llegamos, hemos estado aquí, construyendo este país desde hace décadas”, “Mujeres del mundo uníos”, “El amor y no el odio hará grandiosa a América otra vez”, exponían algunos de los carteles que portaban las participantes.

Los derechos que las mujeres creíamos ganados para siempre, por los que luchamos durante muchos años, se derrumban de un día para otro. 

El racismo resurge, la xenofobia, sus odios y sus heridas reviven. La enemistad corroe y confronta en los Estados Unidos: “Mexicanos no”, se leía en los baños, en los restaurantes, en los autobuses.

Ellas dejaron sentir el repudio a Trump e incluso acusaron a algunos medios de comunicación de ignorarlas. Así conjuraban el temor de manera colectiva exigiendo salvaguardar los valores de la libertad y la democracia.