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Amenaza a Fernando Alonso tener otra temporada de pesadilla
El español Fernando Alonso podría vivir en su último año de contrato con McLaren una nueva pesadilla en la Fórmula 1. Al menos eso se presume tras una pretemporada en la que prácticamente todo le salió mal a la histórica escudería británica.
Doble campeón del mundo, Alonso identificó hace tiempo el motivo del calvario. "Sólo tenemos un problema: el motor", afirmó el español tras los ensayos de Barcelona, en los que McLaren resultó la escudería que menos kilómetros pudo recorrer con los nuevos bólidos.
Después de dos temporadas de reconstrucción, con más sinsabores que alegrías, Alonso aspiraba a pelear por un título en su décima sexta campaña en la categoría.
La nueva reglamentación, que convirtió a los autos en más difíciles de conducir, y un motor modificado parecían darle al español de 35 años motivos para la esperanza. Sin embargo, la nueva unidad de Honda no se mostró ni rápida ni confiable, por lo que las expectativas para el debut del domingo en Melbourne parecen haber disminuido de forma drástica.
"No es ningún secreto que no estamos felices y tampoco podemos afirmar que todo va a estar bien", dijo Alonso después del desastre que fueron las pruebas en Barcelona para el equipo.
En su tercer y, por el momento, último año de contrato con McLaren, el dos veces campeón del mundo se debe preguntar más que nunca si fue una decisión acertada regresar en el ocaso de su carrera a una escudería de pasado glorioso pero de presente frustrante.
Aunque Alonso sigue siendo considerado el piloto mejor pago de la categoría, los millones de su salario apenas alcanzan para compensar el dolor y los padecimientos que vivió en las últimas dos temporadas.
A más de diez años de sus dos títulos mundiales, Alonso acumula casi cuatro años sin triunfos: la última de sus 32 victorias se produjo el 12 de mayo de 2013. En las pasadas dos temporadas, tres quintos puestos son los mejores resultados que acredita el piloto asturiano.
A pesar de este presente, Alonso no se dejó tentar ante la posibilidad de pasar a Mercedes, cuando la escudería campeona del mundo tuvo que salir al mercado a buscar un sustituto tras el sorpresivo retiro de Nico Rosberg.
"Estoy muy feliz aquí y no hay ninguna razón para hablar sobre cualquier posibilidad", aseguró Alonso en ese momento. Sin embargo, aquellas declaraciones fueron mucho antes de la serie de problemas técnicos que abundaron en tests en Barcelona.
Fugas de aceite, problemas eléctricos y otro tipo de fallas persiguieron tanto a Alonso como a su nuevo compañero de equipo, el belga Stoffel Vandoorne, que apenas pudieron recorrer 1.978 kilómetros en ocho jornadas de pruebas. Ningún equipo probó menos.
En la comparación, Mercedes, dominador de la categoría en los últimos tres años, completó en total 5.101 kilómetros.
Además, el motor Honda parece tener menos caballos de potencia que sus rivales, lo que motivó que los nuevos bólidos naranjas sean unos 20 kilómetros por hora más lentos.
"No esperaba tener tantos problemas. Todo lo que nos ha sucedido en las pruebas nunca lo habíamos experimentado", admitió el jefe de motores de Honda, Yusuke Hasegawa.
Para Alonso, el retraso de Honda es difícil de soportar. "Uno tiene miedo de ellos", llegó a decir. "Se sabe que McLaren resuelve los temas con rapidez, es lo necesitamos en este momento".
Su frustración en Melbourne no es nueva. El año pasado no pudo competir después de haber sufrido una conmoción en los ensayos de pretemporada. Ahora, parece que la pesadilla la vivirá en la pista.