George y Amal Clooney están hoy de celebración. Festejan su segundo año de casados y lo hacen convertidos en una de las parejas de famosos más poderosa. Triunfan en sus profesiones, la de actor él, y la de abogada ella, y juntos apoyan diversas causas sociales. En estos 24 meses de matrimonio no se ha hablado de bebés en camino y sí de las aspiraciones de ambos por ser cada vez más influyentes. Incluso se ha llegado a hablar de una carrera política para el que un día fue el soltero más codiciado de Hollywood.

"Desde el momento en el que conocí a Amal, la idea de pasar el resto de mi vida con ella se convirtió en lo más importante para mí y lo que más felicidad me proporciona. No podría estar más contento con mi vida ahora", ha dicho George Clooney sobre su esposa. Tardó en casarse. Esperó hasta los 52 años para contraer matrimonio tras una unión breve de juventud. Cada dos años y medio más o menos, el actor se paseaba con una mujer diferente por las alfombras rojas pero casi todas con algo en común: aspirantes a algo. La publicidad que les generaba salir con un actor tan carismático repercutía en sus carreras profesionales. Tras concluir la relación ninguna hablaba de él y si lo hacían era para contar lo maravilloso que era. Así era el guion hasta que apareció Amal.

"Nuestro acuerdo es que ninguno de los dos puede estar más de una semana fuera, y hasta el momento por lo general eso ha funcionado bastante bien”, ha contado el actor. Ese el secreto del matrimonio de los Clooney. “Ella es abogada, lo que significa que puede hacer su trabajo en distintos sitios, así que tratamos de mover las agendas para que encajen. Desde el momento en que la conocí hasta ahora, pasar el resto de mi vida con ella ha sido lo más importante y lo que me da la mayor felicidad del mundo”, aseguró el actor en una entrevista al Daily Mirror.

Pero aquí no acaban los piropos del actor a su mujer. “La inteligente es mi mujer”, afirmó en la gala Serious Fun Children’s Network en Nueva York en marzo de 2015 pocos meses después de su boda.

La pareja entre sus numerosas causas se ha implicado en denunciar la situación de los refugiados. En marzo se reunieron en Berlín con tres familias de desplazados para escuchar sus historias y crear conciencia sobre la mayor crisis migratoria y humanitaria que está teniendo lugar en Europacomo consecuencia de la guerra de Siria. "Hace 100 años todos éramos refugiados en Estados Unidos", explicó el actor a las familias. "Todos estábamos en vuestra situación y creo que no estamos haciendo lo suficiente por recordar eso". Horas después les recibía Angela Merkel.

 Un mes más tarde Amal Clooney arremetía con Donald Trump. En una entrevista a la BBC la abogada, de padres musulmanes, recordó algunos de los comentarios hechos por Trump: "He escuchado al candidato principal del lado republicano hablar sobre la construcción de muros, sobre la exclusión de mexicanos y proponer un cierre completo de fronteras para todos los musulmanes, que solo quieren hacer layihad y no creen en nuestro modo de vida [el de Estados Unidos]". Y añadió: "¿Se refiere a los 1,5 millones de personas en todo el mundo que se ajustan a esa descripción? ¿Se refiere a las personas que son ciudadanos de Estados Unidos y son militares?.

Hace solo unos días Amal Clooney volvía a pronunciarse. “Desearía poder decir que estoy orgullosa de estar aquí. Pero no lo estoy. Me da vergüenza, como defensora de las Naciones Unidas, que los Estados estén fallando en prevenir o incluso castigar el genocidio. Todo porque se podrían ver perjudicados sus propios intereses”. Así lanzó su primer dardo Clooney frente a la ONU. Más tarde durante una entrevista en exclusiva con la cadena NBC, la letrada dejaba aún más clara su posición frente al EI. “No es suficiente [la propuesta de bombardear al EI]. De esta manera no acabas su propósito. Tu puedes matar a los individuos, pero ese acto solo servirá para que sus seguidores lo utilicen como propaganda para reclutar a más adeptos”, sentenció.

Dos años después Amal Clooney además se ha convertido en toda un icono de moda. Sus estilismo son propios de una modelo de alta costura. Esta vez el actor ha logrado lo que para él es una ecuación perfecta en su esposa: elegancia, inteligencia y discreción.