Alzheimer: cuando el olvido te alcanza

Esta enfermedad neurodegenerativa ataca cada vez más a gente joven, particularmente mujeres

Mariana conducía hacia el trabajo como todos los días. Es ingeniera y laboraba en una empresa en el municipio de Reynosa, pero en aquella ocasión no pudo llegar, en segundos se encontró en medio de la calle con las manos en el volante sin saber a dónde ir. Tenía 41 años de edad.

Años antes, a una prima suya de tan solo 35 años, le detectaron una mutación en las células del cerebro. Los especialistas le diagnosticaron Alzheimer.

Lo anterior abrió la puerta para que Mariana, nombre ficticio, fuera candidata a sufrirlo.

Es así como actúa el Alzheimer en casos prematuros: cuando un miembro de la familia desarrolla la mutación, es probable que en otros aparezca y nadie sabe las razones precisas. 

Ahora, después de 4 años, el esposo de Mariana, con quien lleva 24 años de matrimonio, y sus hijas de 13 y 18 años, la ayudan a no olvidar todo de manera tan abrupta.

No se pudo entrevistar a Mariana, porque por periodos ella olvida que tiene la enfermedad, pero su esposo, quien ahora también es su cuidador, habló de lo difícil que es ver cómo su esposa no viva plenamente, como lo hacía años antes.

“En 2016 me doy cuenta que empieza con algunos despistes y olvidos. Ella negaba la enfermedad. Me decía que eran descuidos normales. Que a mí también me pasaba. Finalmente, cuando se perdió en el vehículo fue la señal de alarma que me hizo actuar para que ella tuviera el tratamiento.

“En ese mismo año optamos por mandar a realizar un examen genético y salió positivo”, dice el esposo de Mariana.

El Alzheimer, también denominado demencia senil de tipo Alzheimer o simplemente Alzheimer, es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales".
CONCEPTO

LA LUCHA POR VENCER EL OLVIDO

La pareja viaja constantemente a una universidad de Los Ángeles, California, la cual realiza estudios en estos casos especiales.

En la casa de estudios conocieron a John Ringman, académico de la Universidad de Washington y uno de los especialistas en el área. Con él la pareja sigue buscando opciones para encontrar la cura o al menos aportar su grano de arena para encontrarla.

Ahora el esposo de Mariana es director de una asociación civil, que busca ayudar a los enfermos de Alzheimer y a sus cuidadores.

“Mi esposa trabajaba en la industria maquiladora. Después de nacer nuestras hijas dejó de trabajar y se dedicó a cuidarlas. Le gustaba mucho hacer ejercicio. En el gimnasio, en el spinning y siempre fue muy activa físicamente”, señaló.

II

Son las mujeres quienes padecen a menor edad el Alzheimer, de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Salud.

Un problema que se acentúa porque los fondos públicos para gastos catastróficos médicos no contemplan la enfermedad dentro de sus prioridades, a pesar de que este mal significa dejar de funcionar para el sistema laboral.

Por lo complejo de la naturaleza de la enfermedad, no se sabe de manera exacta cuántas personas sufren Alzheimer genético.

El neurólogo Arturo Benítez Serrato explica que cuando ocurre de esta manera, se debe a una deformación genética heredada.

“Hay un grupo de personas que se supone están predispuestas a padecerlo después de los 65, pero hay otro grupo que lo está padeciendo años antes: de 40 a 45 años. Ese grupo no es un número elevado y los casos corresponden a cuestiones genéticas.

“En algunos casos es heredado y en otros la persona puede desarrollar la mutación. Cuando pasa lo segundo, quiere decir que ésta será la primera persona que lo va a sufrir en su familia”, señaló el especialista.

Caer en el pozo de la desesperación

Cuando existe un deterioro cognitivo leve, la persona empieza a olvidar citas, pierde las llaves, tiene cambios de humor

En una explicación breve, el Alzheimer afecta la atención, la memoria, la orientación, todo lo necesario para tomar decisiones, tener recuerdos y aprender; además se define de acuerdo con las características microscópicas de las neuronas.

Cuando existe un deterioro cognitivo leve, la persona empieza a olvidar citas, pierde las llaves, tiene cambios de humor; cuando comienza el deterioro severo, la persona ya no logra hacer las cosas que podía hacer antes; hay ansiedad, trastorno de sueño, pérdida de capacidades que ya se habían aprendido como un oficio, por ejemplo.

En la etapa más severa el volumen del cerebro disminuye y se pierden totalmente las capacidades cognitivas. El paciente está postrado en cama o silla de ruedas. Empieza a tener problemas para manejar la saliva, las flemas. Ya no tiene control sobre la orina, el excremento y los esfínteres.

Los mecanismo de la deglución —ingerir alimentos— fallan y eso incrementan el riesgo de una neumonía y es por eso que fallece la mayoría, de acuerdo con el neurólogo.

“El paciente ya no es capaz de manejar su saliva. No puede escupirla, por lo que se va directo a los pulmones y se produce una neumonía en la mayoría de los casos”, agregó.

CONTAMINACIÓN DEL AIRE CREA DEMENCIA

Los factores más constantes en las personas que lo padecen, hasta ahora, son la diabetes y la presión arterial, la dieta y la falta de ejercicio.

En el total de demencias que se tendrían de aquí al 2050, 40 por ciento serán prevenibles con cambios de dieta, ejercitándose, con cuidado de la presión arterial y la diabetes. Aun así, el origen específico es desconocido.

Uno de los elementos considerados más importantes en los últimos años y que nos afecta a todos los seres humanos es la contaminación del aire.

Se ha descubierto que la contaminación del aire genera demencia. Tanto así, que el Día Internacional del Cerebro se dedicó al tema de la contaminación del aire y su relación con la demencia.

SE DISPARAN CASOS DE ALZHEMIER

En Coahuila, de 2018 a 2019 se triplicaron las detecciones de esta enfermedad pasando de 11 en 2018, a 74 en lo que va de 2019.

Coahuila, hasta estos días se encuentra en los primeros 12 lugares con más pacientes detectados en lo que va del año. En tasa de incidencia, tomando en cuenta el número de habitantes de cada entidad, se encuentra en el séptimo lugar nacional.

En el total de los estados de México, la mayoría de los padecimientos se presentan en mujeres; en lo que transcurrió de 2019 la diferencia entre unos y otros son de 573 casos (852 casos en hombres, mil 425 mujeres) detectando cerca de 62 casos por semana.

AL AÑO 10 MILLONES DE CASOS SE DETECTAN EN EL MUNDO

De acuerdo con la información de la Secretaría de Salud, la demencia afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor del 60% vive en países de ingresos bajos y medios.

Cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos casos. Se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en un determinado momento.

Una buena parte de este incremento se debe a que en los países de ingresos bajos y medio el número de personas con demencia tenderá a aumentar cada vez más.       

DIABETES, POBREZA Y ALZHEIMER

En una investigación financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y tecnología titulada “La enfermedad de Alzheimer y otras demencias como problema nacional de salud”, en el apartado que hace énfasis en el reto de las demencias en México, se menciona la relación de estas enfermedades con la pobreza y la diabetes, uno de los padecimientos más graves a nivel estatal y nacional.

“Se sabe que algunos de los factores de riesgo sociodemográficos de la aparición de la demencia son la desventaja social y el analfabetismo, ya que propician la exposición temprana a factores de riesgo que aceleran el proceso biológico del envejecimiento y el advenimiento de la multimorbilidad, en particular cardiovascular y metabólica (diabetes mellitus tipo 2)”, se cita en la investigación.

 

Un gasto catastrófico que nadie contempla

El presidente de la Fundación de Alzheimer en Coahuila, Jesús Ruiz, es testigo del deterioro físico, moral y económico de los propios pacientes y las personas que cuidan a sus familiares.

Puntualiza que por al grado de complejidad de la enfermedad, casi automáticamente, el paciente deja de ser productivo para el sistema laboral.

A pesar de lo anterior y aunque la Organización Panamericana de la Salud haya estipulado una estrategia para hacer frente a las demencias en Latinoamérica, en donde entre otras cosas, se señala cómo evitar la discriminación y hasta cómo abordar el tema en la currículo académico de las universidades, también se señala que se deberían tener políticas públicas con este enfoque.

Un ejemplo de la ausencia de lo anterior es que el Alzheimer no es considerado como un gasto catastrófico, de acuerdo con el Fondo Económico contra Gastos Catastróficos (FEGC).

El Sistema de Salud Público mexicano cuenta con este fondo que se encarga de asistir económicamente al afectado, pero las demencias o problemas neurológicos como el Alzheimer y el Parkinson no entran en esta clasificación.

 

Las enfermedades consideradas económicamente como tales son priorizadas por el Consejo de Salubridad General y son tres principales características las que se toman en cuenta, para que entren en esta clasificación: alto costo del tratamiento y medicamento asociado; debido a su grado de complejidad o especialidad y la baja frecuencia con que ocurren en la población (número de casos).

Mariana López Ortega, investigadora del Conacyt y autora del capítulo Perspectivas económicas de la enfermedad de Alzheimer, advierte que, al igual que en muchos países, México carece a nivel nacional de servicios específicos para la detección, seguimiento y tratamiento de las demencias, así como de personal capacitado para proveerlos.

Por lo tanto, el impacto social y económico en el futuro será aún mayor para la familia.

De no generar estrategias de atención específicas, se incrementará la inequidad económica y de género, ya que son las mujeres menos educadas y con menores ingresos las que en nuestro país sobrellevan

EL DATO

La Organización Mundial de la Salud tiene catalogado el Alzheimer como una pandemia.