‘Altered Carbon’ y la ciencia ficción superficial

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‘Altered Carbon’ y la ciencia ficción superficial

He visto el proceso de evolución de las series de ciencia ficción. Cada vez dedican mayores esfuerzos para lucir impresionantes en términos de efectos especiales realizados por computadora; sin embargo, tristemente, también cada vez descuidan más esa premisa profunda sobre la esencia de la humanidad que deberían poseer. Se han vuelto empaques bonitos; en el mejor de los casos, entretenidos, pero huecos y repetitivos en cuestión narrativa.

En este mismo escenario colocaría a “Altered Carbon”, la nueva serie de ciencia ficción de Netflix, una de las más esperadas del año, pues está basada en la popular novela, del mismo nombre, de Richard K. Morgan.

En el universo futurista de “Altered Carbon”, la conciencia humana puede librarse de la muerte gracias a que ya es posible almacenarla en un dispositivo que se coloca en cualquier cuerpo vivo. Así, una misma persona puede ocupar diferentes cuerpos y vivir muchos años más. Takeshi Kovacs, un ex miembro de unidades militares especiales, quien cubre una condena en la “nada” (su conciencia permanece dormida) de la prisión de Alcatraz, es insertado en un nuevo cuerpo y regresado a la vida gracias al pago de un longevo millonario, quien lo contrata para descubrir a su propio asesino.

Lo que parece ser muy, pero muy al inicio, una historia interesante y propositiva, pronto se revela como una típica trama de fórmula del género policiaco. Takeshi Kovacs (Joel Kinnaman, “The Killing”) acepta trabajar en el caso, mientras que una agente de la policía, terca y de mal carácter (Martha Higareda) quiere descubrir la identidad de este mercenario del pasado. Así, ¡oh, sorpresa!, terminan compartiendo algo de trabajo, como ocurre en otras muchas series del mismo corte. 

Lo más interesante de la serie es que existe una conexión entre pasado y presente, y poco a poco se nos van revelando pistas del pasado de Kovacs, un misterioso militar con varios delitos imputados y quien trabajó para una fracción de resistencia que parece todavía estar activa. 

Pero, ya si nos ponemos a la altura de lo que estamos viendo, hay que reconocer que “Altered Carbon” es entretenida y punto. Ni siquiera posee el elemento base de este tipo de historias de fórmula: no tiene una pareja protagonista con química. Lo siento, pero Higareda y Kinnaman no hacen clic en ningún momento.

Es como estar viendo a Angelina Jolie y Johnny Depp juntos otra vez. Son una pareja detectivesca desangelada, incómoda no por las razones correctas, falsa desde su primera escena en conjunto.

De hecho, no me parece que Martha Higareda haya sido la mejor decisión en el casting. No estoy segura de que sea una mala actriz, simplemente su personaje, que en el papel debió estar descrito como “molesto, pero encantador”, terminó siendo sólo “molesto”. 

Una serie más para pasar el rato, por si algunos andan sin muchos ánimos de quebrarse la cabeza.

 Mi calificación: 60 de 100