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Alondra de la Parra presenta disco con música de Stravinsky
MÉXICO, D.F.- Entre música, risas, y divertidas anécdotas, Alondra de la Parra dirigió ayer en el Instituto Goethe, junto a Tomás Barreiro, en esta ocasión, no a una orquesta, sino la presentación de su nuevo disco Stravinsky, obras para piano y orquesta, el cual realizó con la colaboración de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín y el pianista Alexej Gorlatch.
En entrevista De la Parra aseguró que “este disco les permitirá descubrir una faceta poco conocida del compositor Stravinsky que es juguetona, espontánea. Considero que se puede asemejar a comprar una pintura de Kandinsky porque son obras que tienen muchas ideas que se sobreponen, conversan y chocan a la misma vez”.
Durante la presentación, Alondra de la Parra desmenuzó Capricho, pieza para piano y orquesta, que forma parte de su nuevo material discográfico. La música comenzó y De la Parra se dejó llevar, sus manos se movían al compás de la melodía, sus dedos fingían tocar de manera precisa un piano inexistente. Su píe marcaba el ritmo.
La directora de orquesta, nacida en Nueva York, hacía gala de sus conocimientos musicales, de su amor por la música. “Tan, ta, ta, ta, ti, ta, ti, ta, ta”, cantó De la Parra para ejemplificar las diferencias en las interpretaciones melódicas. Se divertía, era demasiado expresiva, se mostró humana.
De la Parra busca con este nuevo material acercar al público mexicano a su trabajo de origen, la música clásica, pues en México es conocida por dirigir canciones populares.
Además comentó que en los primeros minutos “tienes que identificar, rápidamente, las personalidades de los músicos para saber cómo manejarte con ellos”.
Por ejemplo, dijo entre risas, Alexej Gorlatch “es un gran atleta musical y no se le va una, es joven, tiene 24 años, y la verdad es una persona muy difícil. Me encanta cómo toca, pero era una batalla constante, él quería una cosa y yo quería otra”.
Alondra escogió para este disco composiciones de Ígor Stravinky, porque es muy cercano y parecido a ella. Entre las similitudes que la unen al compositor ruso está que ambos estudiaron primero piano para luego abandonarlo por la dirección orquestal, pero lo más importante es que este compositor es un claro ejemplo de que la música clásica debe aspirar más a lo humano.
“Stravinsky sufrió de las peores fobias y ataques de pánico en el escenario mientras tocaba el piano. Es importante recordar que somos humanos, somos vulnerables, Stravinky se ponía nervioso. El punto es que la historia de la música sinfónica, de la música clásica, es una historia a través de los siglos de seres humanos”, afirmó De la Parra.
Stravinsky, obras para piano y orquesta, bajo el sello musical de Sony Classical, está integrado por Concierto para piano e instrumentos de viento, Capricho para piano y orquesta, y Sonata para piano en fa menor sostenido.