Allende, Patrocinio y la verdad
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Allende, Patrocinio y la verdad
Mucho se ha hablado y escrito sobre el derecho a la verdad, sin embargo, la expresión a veces escapa del entendimiento común. Se trata del derecho que tienen las personas a conocer en forma plena y completa la suerte o paradero de sus seres queridos, y se deriva de la obligación de las autoridades de garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales. Si bien, éste corresponde en principio a víctimas de violaciones graves de derechos humanos y sus familiares, el derecho a la verdad se constituye también a favor de la sociedad en general. Dicho en términos más sencillos: todos tenemos derecho a que se nos informe adecuadamente sobre lo que ocurre en nuestro entorno. Todos tenemos derecho a saber la verdad.
En días pasados el académico, polítologo y promotor de los derechos humanos, Sergio Aguayo, presentó en la Ciudad de México el estudio titulado: “Los Zetas, el Estado, la sociedad y las víctimas de San Fernando, Tamaulipas y Allende, Coahuila”. El Museo de Memoria y Tolerancia fue el escenario en el que el investigador del Colegio de México dio a conocer los detalles y resultados de la investigación que llevó a cabo con el fin de determinar si las autoridades cumplieron con sus obligaciones frente a las llamadas tragedias de San Fernando y Allende. De San Fernando nos ocuparemos en otro momento. Respecto a los hechos ocurridos en Coahuila, con cierta facilidad se extendió la versión de que en Allende desaparecieron 300 personas. Sin embargo, a partir de las investigaciones llevadas a cabo sobre el particular, se ha logrado determinar con precisión que en un periodo de 14 meses, fueron 42 personas las privadas de su libertad. En ese sentido, el estudio de Aguayo hace referencia al comportamiento de los gobernadores frente a los casos analizados. El gobierno de Rubén Moreira –señala el referido documento– “sí reconoció la gravedad de los hechos y se interesó por esa tragedia; ha dedicado la atención a las desapariciones. En Coahuila, el Gobernador ha sentado las bases de una mejor política, y como permanecerá en el cargo hasta 2017, tendrá tiempo para acelerar los trabajos y consolidar una política bien intencionada”, concluye Aguayo.
Es un hecho, desde el inicio de la administración estatal, Rubén Moreira reconoció el problema de las desapariciones en Coahuila. Era fácil tratar de tapar el sol con un dedo, pero no se recurrió a esta cobarde práctica. Una vez hechas las indagatorias correspondientes, el Mandatario dio a conocer la cifra de personas desaparecidas en el Estado de las cuales se tenía referencia, bien haya sido por denuncias o por hechos. Al mismo tiempo se inició un proceso para dar atención integral al problema, desde la creación de la subprocuraduría especializada en la materia, atención a víctimas, reformas legales, asesoría y acompañamiento de agencias y organizaciones especializadas, así como mesas de trabajo periódicas con familiares de personas desaparecidas.
En este mismo ánimo de atención al problema de las desapariciones, desde el 2015 la PGJE inició las investigaciones de hechos constitutivos de probables delitos en el Ejido Patrocinio, en el municipio de San Pedro. Es claro, el tema se ha polarizado, al grado de mencionar con frecuencia que el lugar es un “campo de exterminio”. Los conceptos vertidos hasta el momento parecen ir más encaminados al descrédito de las acciones en materia de seguridad, que al esclarecimiento de los hechos ahí ocurridos. Si bien, se han encontrado en el sitio un total de 3 mil 488 fragmentos óseos, se ha determinado hasta el momento que éstos corresponden a tres personas. Si, como lo lees, mamá (mi más fiel lectora y posiblemente la única), las pruebas científicas han arrojado que en el Ejido Patrocinio fueron encontrados los restos de tres personas, y no más.
Aquí en confianza, no es mi intención minimizar las tragedias ocurridas ni en Allende, ni en Patrocinio, ni en Tamaulipas, Veracruz o Guerrero. Debemos entender y solidarizarnos con el dolor de los familiares de las personas desaparecidas. Sin embargo, no hubo 300 desparecidos en Allende, ésa es la verdad. Patrocino no es un “campo de exterminio”, ésa es la verdad. Reitero, no pretendo restarle valor a los hechos: 42 personas sin localizar en Allende o tres en Patrocinio, no es cosa menor; no debería haber ninguna. Pero las cosas deben decirse como son; éste es el derecho a la verdad. Dice David Filio en la letra de la canción “Intento”, interpretada por el extraordinario dueto Mexicanto: “mejor me quedo callado, que cantar y no decir nada”.