Esta semana hubo dos estrenos importantes en Netflix primero de la segunda temporada de una sorpresiva y muy efectiva serie estrenada en la misma plataforma el año pasado y la segunda de una nueva miniserie.

La primera de las dos se trata de “The Alienist”, producción original de la cadena TNT que en Latinoamérica estrenó Netflix el año pasado y por su muy buena respuesta presenta ahora esta nueva temporada que nos devuelve al “Alienista” del título, el médico especializado en enfermedades mentales Laszlo Kreizler (el actor alemán Daniel Bruhl) quien en la ciudad de Nueva York de finales del siglo XIX se embarcó con el apoyo de un periodista del New York Times de nombre John Moore (el británico Luke Evans) y una joven detective llamada Sara Howard (Dakota Fanning) en la investigación de dar con un asesino en serie de jóvenes prostitutos en su primera temporada.

Fusionando un género de misterio que nos brindó en el siglo XX joyas de películas de la saga de “Sherlock Holmes” a obras como “Seven” (David Fincher, 1995), la segunda temporada inicia con una no menos peligrosa encomienda que en su caso es la joven Sara quien lo ve como una causa personal porque en medio del movimiento por los derechos de las mujeres que se gestaba en “La Gran Manzana” se empiezan a dar una serie de desapariciones y muertes de bebés, un caso que por su giro todavía pone mayormente en jaque a las autoridades de la ciudad y aunque con la investigación anterior quedó muy afectado, el alienista Kreizler y el periodista Moore unen nuevamente fuerzas con Sara para encontrar al culpable y detener esta nueva sucesión de crímenes.

La otra oferta de Netflix dio inicio el viernes pasado y se trata de la miniserie “Gambito de Reina”, por su cuenta un drama adaptado por el escritor dos veces nominado al Oscar Scott Frank (por “Un Romance Peligroso” y “Logan”) de la novela de Walter Tevis el cual en su primer capítulo nos ubica en París, en el año de 1967, cuando una joven llamada Beth Harris (Anya Taylor-Joy) trata de salir de la habitación de un hotel sin ser vista por nadie para toparse con un grupo de gentes que la espera con un tablero de ajedrez. De ahí nos remontamos a su infancia, cuando tras quedar huérfana de su madre y sin saber el paradero del padre se le interna en un orfanato donde su refugio resulta ser el ajedrez, esto a pesar de que su mentor, el Señor Shaibel (“The Night Of”) considera que “no es apropiado para mujeres”.

Al demostrarle no solo que a su temprana edad es una muy digna contrincante, el Señor Shiebel no duda en recomendarla con el miembro de un prestigiado club de ajedrez antes del final del primero de los siete capítulos de esta serie que en varios aspectos es innovadora debido a que por un lado, además de seguir la tradición de cintas que giraban alrededor de un genio del ajedrez como Bobby Fisher como las nominadas al Oscar “Buscando a Bobby Fisher” (Steven Zaillian, 1993) o la más reciente “La jugada maestra” (Edward Zwick, 2014), aquí tiene su propio interés por ser protagonizada por una mujer a mediados del siglo XX donde por su sola condición tenía un reto doble al que se enfrentaban los jugadores varones.

Otro ejemplo de la versatilidad de su protagonista, la joven actriz Anya Taylor-Joy, quien no por nada acaba de ganarse el papel protagónico de “Furiosa” que en “Mad Max: Fury Road” hizo Charlize Theron.