El legislador y ex dirigente nacional perredista Agustín Basave advirtió que una alianza de la oposición es indispensable para sacar al PRI de Los Pinos en 2018, pero reconoció también que la posibilidad de coalición entre el PRD y Morena resulta “complicada” en estos momentos.

La líder nacional del PRD, Alejandra Barrales, dijo ayer que su partido no irá solo a las elecciones presidenciales del próximo año y aunque insistió en una eventual alianza con Morena, tampoco descartó coaligarse con el PAN.

Basave coincidió en la necesidad de una gran alianza y, más aún, afirmó que ninguna fuerza opositora al PRI puede estar contra las coaliciones para 2018.

“Yo no creo que haya ningún partido opositor, auténticamente opositor al PRI y que quiera sacar al PRI de Los Pinos, que rehúya las alianzas, que no quiera alianzas. Si no quiere alianzas es que no quiere ganar; entonces, creo que las alianzas son indispensables”, puntualizó.

Dijo que el primer paso para lograr un cambio de régimen es sacar al PRI del poder y la única forma de hacerlo es ir en alianza.

El diputado federal admitió, sin embargo, que la alianza natural del PRD con Morena se ha complicado después de que Andrés Manuel López Obrador condicionó la coalición en 2018 a que el abanderado perredista al gobierno del Estado de México declinara a favor de su candidata.

“Si lo que tú quieres es que voten por ti los militantes de otro partido, pues apelas a ese voto, pero una alianza formal, una coalición, se hace entre dirigencias y eso es lo que se ha visto muy difícil, muy complicado en las últimas semanas, pero vamos a ver, vamos a ver qué pasa, porque en política nunca hay que desechar nada y todas las opciones deben estar sobre la mesa”, indicó Basave.

Recordó que el mandato del Congreso Nacional del PRD impide en cualquier circunstancia ir con el PRI y subraya preferencialmente las alianzas con otras fuerzas de izquierda, aunque admite también, en condiciones excepcionales, las coaliciones con otros partidos.

El ex presidente perredista instó por ello a sus correligionarios a abrir un debate interno para definir el tipo de alianzas que prefiere la mayoría de los militantes.