La pandemia del Coronavirus ha obligado a paralizar a casi toda la humanidad, y como cualquier acción del ser humano genera un impacto ambiental en nuestro planeta, se han observado importantes cambios en las condiciones ambientales de las ciudades, postivas y negativas.  

Entre las positivas está la mejora en la calidad del aire, por la baja movilidad que obliga la cuarentena. Tan sólo en China, uno de los países más contaminantes, desde que comenzó el brote de coronavirus, las concentraciones de dióxido de nitrógeno han disminuido en 40%. La calidad del aire en la Ciudad de México respecto al Índice de Aire y Salud, en la mayor parte de la metrópoli ha registrado condiciones de aceptables a buenas. Para que se reduzca de forma significativa la contaminación atmosférica debe pasar más tiempo, pues la presencia de gases nocivos no se va a eliminar de forma inmediata, a pesar de ello, se nota la diferencia. Otro efecto positivo ha sido que diferentes especies de fauna se hacen presentes en espacios naturales que normalmente están invadidos por la gente, como playas, ríos, áreas boscosas cercanas a las ciudades, etc. Como la reciente noticia de miles de tortugas anidando en playas de la India, hecho que no sucedía hace siete años. 

Pero hay otro impacto negativo que trae consigo la pandemia, la generación de más resiudos. He observado que la estrategia que tomaron los supermercados, tiendas y restaurantes fue envolver todo en plástico, desde mi punto de vista, en algunos casos de forma exagerada e innecesaria. 

Es importante tomar medidas para evitar contagios y extremar limpieza y desinfección, pero eso también se puede hacer con criterios ambientales y no inundando el mundo con más residuos. 

¿A dónde van a parar las miles de botellas plásticas del gel anibacterial, los cubrebocas, toallas desinfectantes y guantes desechables que está usando la población cuando sale a la calle? No se pone en duda la necesidad de utilizarlos, pero debemos ser concientes en no generar otro problema. 

Busca opciones de cubrebocas reutilizables y lavables, y cuando deseches este material hazlo de forma adecuada y no tirando donde sea. Recuerda que la mejor forma de evitar contagio es quedarse en casa y lavar perfectamente las manos y las superficies con agua y jabón.

Es importante que desde el hogar empecemos a reducir nuestro consumo de desechables, insisto, utilicemos el tiempo de esta cuarentena para observar qué tanto generamos y de qué materales se compone nuestra basura, así podremos separar y llevar a un centro de reciclaje. También podemos ser más creativos y analizar opciones para reducir los residuos. No utilices desechables por no lavar los platos, esto genera un impacto ambiental muy grande. 

Es un buen momento para empezar con un cambio en nuestros hábitos, hacia unos más concientes, más limpios y sostenibles en cuanto a la generación y manejo de los residuos en el hogar. 

RECONEXIÓN NATURAL
Gabriela De Valle