La semana pasada se dio un anuncio relevante relacionado a la política en México, la salida de Alfonso Romo del gabinete, un hecho que dejó abiertos diversos frentes y permitió que la especulación se abriera paso entre las conversaciones en medios digitales, veámoslo como una serie de acontecimientos o actos dentro de una obra perfectamente coordinada en términos de comunicación.

Primer acto, el presidente Andrés Manuel López Obrador emite un tuit donde anuncia que Romo estaría dejando la coordinación de la Oficina de la Presidencia, y en dicho mensaje coloca una línea clave: “Convenimos que estaría 2 años y se cumplió el plazo”; dejando marcado el punto más alto de la conversación.

Segundo acto, los medios de comunicación retoman el tuit del Presidente y comienzan a difundirlo en la arena pública, algunos enfocándose en el acuerdo de los dos años y normalizando su salida

Tercer acto, stakeholders con influencia en medios digitales, como Manuel Clouthier, comienzan a abrir un eje de conversación que se presta a la especulación del porqué se dio la salida, lo que permite cuestionar si el acuerdo previo fue real o no, además de mencionar a la iniciativa privada, lo que también empujó a que otros usuarios, principalmente en Twitter, emitieran sus opiniones sobre si Alfonso Romo cumplió o no con el  objetivo de tener una relación cordial con los empresarios en México, todo esto reflejándose en la actitud negativa tanto hacia el Gobierno de México (41%) como hacia el ahora excoordinador de la Oficina de Presidencia (33%) y en los positivos (21%) hacia el mandatario por haber tomado la decisión de que siga siendo un enlace con el sector privado.

Sin embargo, destacan los informativos donde principalmente se retoma el acuerdo de dos años con AMLO. 

¿Cómo se llamó la obra? Emite el primer mensaje y controlarás la comunicación, el Presidente nos ha venido demostrando con las mañaneras que si eres el primero en poner un tema en agenda tendrás el control de la forma en que se retoma, y el caso de Romo no fue la excepción, no solo permitió que la polarización y crítica fuera menor, sino que logró que el tema fuera decreciendo poco a poco hasta que en esta semana el foco se tornó hacia el resto de los cambios en el gabinete, un acto que muestra lo valioso de tener una sincronía en términos de los mensajes que emitimos para informar a las audiencias y sobre todo: ser los primeros.