El AT&T Stadium de Arlington, Texas, sirvió como escenario para la emocionante victoria de los Green Bay Packers sobre los Dallas Cowboys por 34-31 en la Ronda Divisional de la NFC el domingo por la tarde.

Después del juego, sirvió como un refugio luego de que se emitiera alerta por tornado e inundaciones en el área de Arlington.

Autoridades del inmueble cerraron los accesos y mantuvieron bajo resguardo a todas personas que seguían dentro del estadio a la conclusión del partido, incluyendo fanáticos, jugadores y miembros de la prensa.

Aunque la gran mayoría de jugadores se quedó dentro del estadio, los novatos de los Cowboys, Ezekiel Elliott y Dak Prescott salieron al campo de juego por espacio de alrededor de 20 minutos, de acuerdo a Todd Archer de ESPN, y fueron recibidos con aplausos por los aficionados que quedaban en las tribunas.