Alejandra Guzmán recuerda sus 40 cirugías y el día que pensó en morir... 'ya pintaba con mi sangre' (video)
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Alejandra Guzmán recuerda sus 40 cirugías y el día que pensó en morir... 'ya pintaba con mi sangre' (video)
Alejandra Guzmán habló abiertamente de la tortura que vivió al ser operada en cuarenta ocasiones en su lucha para encontrar una cura a los polímeros que le fueron inyectados en los glúteos e incluso se realizó una prótesis de cadera en 2013.
Fue en entrevista con Yodri Rosado que la cantante habló abiertamente de su salud, la cual consideró con buena asistencia médica al no tener terapias tan agresivas.
“Empecé a darme cuenta de que no estaba bien de salud cuando estaba en Londres haciendo un disco, ahí ya no podía caminar y me empezaba a sentir muy mal, con una fiebre espantosa, mi piel se pone negra y dura como una piedra y el plástico no permitía que mi piel respirara”, recordó la intérprete de 'Hacer el amor con otro'.
La cantante habló sobre su primer cirugía y cómo los médicos no sabía cómo ayudarla en su recuperación.
"La primera vez que me operaron fue una tortura, porque me arrancaron todo en vivo, por eso quise cambiar de doctor, y fue cambiando cada vez que yo veía que ya no sabían que hacer conmigo. Me daba desesperación que no sabían como ayudarme", expresó.
La Guzmán recordó el díe en que pensó en 'tirar la toalla' pues pensaba en morir.
"Una vez sí le hablé a mi papá y por eso me puse está calaca aquí en el oído, porque me llegaba la muerte a decir: 'Vámonos', y yo: 'No'. Le hablé y dije: 'Papi, ya quiero tirar la toalla, ya estoy cansada'. Ya pintaba con mi sangre, me estaba volviendo medio loca; me sacaban el catéter con la sangre y yo 'No la tires', ponía mis cartulinas y pintaba , ponía mis cuadros... De ese cuarto hice todo un museo", contó.
Alejandra señaló que le dijo a su papá, Enrique Guzmán, que "ya no quiero, ya no puedo" vivir, pero él le dijo: 'Quiero que saludes a mi amigo', y me pone al público. Entraba vida por mis oídos y salí del hospital".
Alejandra Guzmán dijo ya no sentirse mal y que ama sus cicatrices.
"Yo no me siento mal, siento que mi cuerpo ya no tiene casi nada, porque me han rebanado una tras otra, pero amo mis cicatrices, amo sentirme bien. Ahora me acepto más que antes, me cuido más que antes", agregó.