Es común que distintos grupos musicales o los denominados fara-fara acostumbren ofrecer sus servicios musicales en los panteones de la ciudad, ya que numerosos visitantes a los camposantos tienen como tradición llevar música a aquellos que se adelantaron.

Un grupo musical logra conseguir al día al menos unos 30 servicios, en los que suelen cobrar 30 pesos por pieza ó 100 por 4 canciones.

El grupo Cerro Amado que está integrado por Huicholes que provienen de Nayarit, tiene ya tres años acudiendo al Panteón de Santiago a cantarle a los ya fallecidos. Entre las canciones que más les piden están: “El puño de tierra”, “Ángel mío”, “Vida prestada”, “Cruz de madera” y “Cuatro velas”.

Juan de la Rosa, quien toca el violín en el grupo, expresó que la gente pide de todo tipo de ritmos musicales, corridos, rancheras, boleros y están abiertos a cualquier petición, siempre y cuando se sepan la canción.

“Nosotros venimos cada año, porque la gente acostumbra cantarle a sus difuntos, piden las canciones que a ellos les gustaban antes, cuando estaban vivos y pues nosotros se las cantamos, no se ha perdido esa tradición, las personas lo siguen solicitando, claro que hay muchos estilos diferentes, a muchos les gusta sólo los grupos norteños, otros los mariachis, el fara-fara y nosotros que tocamos de casi todo”, dijo.

El grupo Cerro Amado, llama la atención por su vestimenta tradicional, ya que portan trajes típicos del pueblo huichol.