Malcom Lowry describe, al inicio de su novela Bajo el volcán, a la ciudad de Cuernavaca: tiene 18 iglesias y 57 cantinas. La novela es considerada por algunos la mejor historia sobre México y el alcohol. Lowry tardó 10 años en escribirla. 

Hay una escena en la que el protagonista, un excónsul inglés alcohólico busca entre los arbustos las botellas que escondió. Luego compara las botellas vacías y rotas como su esperanza. “Buen Dios, si nuestra civilización estuviera sobria por un par de días, al tercer día moriría de remordimiento...”. 

En otro pasaje de la novela viene este diálogo: ¿Qué hacéis aquí? -Nada,- Dijo él, y le sonrió al hombre que parecía un sargento de policía… “Nada. Veo que la tierra anda; estoy esperando que pase mi casa por aquí para meterme en ella”. 

El pasado 20 de julio en Saltillo, una joven mujer en presunto estado de ebriedad, “embistió una pipa con la que prensó a 2 trabajadores del Ayuntamiento, uno de ellos murió y el otro sufrió heridas de gravedad”. 

Mezclar alcohol con el volante, o el volante con el celular, es causa de accidentes mortales. No es que existan más mujeres jóvenes alcohólicas, es “que se abrieron un poco más a hablar del tema y a aceptar que tienen problemas con el alcohol”. 

Buena excusa gubernamental para aminorar el problema. Las mujeres de entre 19 y 25 años se colocan a la par con los hombres en el consumo de alcohol. Desde hace 10 años se percibe un incremento en el consumo de alcohol en las mujeres en Coahuila y a nivel nacional. 

Los efectos del alcohol son terribles. Octavio Paz los inmortalizó en la estrofa de un poema:

Del vómito a la sed, 
atado al potro del alcohol, 
mi padre iba y venía entre las llamas. 
Por los durmientes y los rieles 
de una estación de moscas y de polvo 
una tarde juntamos sus pedazos. 
Yo nunca pude hablar con él. 
Lo encuentro ahora en sueños, 
esa borrosa patria de los muertos. 
Hablábamos siempre de otras cosas. 

Los especialistas locales atribuyen la adicción al alcohol a muchas causas: Padres permisivos, depresión, la publicidad y en mujeres a temprana edad se da por “la decepción amorosa y el ser madres solteras”. 

Lo cierto es que el alcoholismo es una enfermedad que requiere como primer paso aceptar el problema. El apoyo de los grupos de Alcohólicos Anónimos (AA) es fundamental en la rehabilitación de muchas personas. 

El trabajo que realiza esta institución, mediante su método de los 12 pasos, es de reconocerse porque funciona para muchos. AA Cumplió 42 años y lo celebraron con un evento en el Instituto Tecnológico de Saltillo. 

Apoyemos su trabajo, busquemos la prevención de esa enfermedad educando a los hijos y canalizando a quienes ya la sufren a esa noble Institución. 

jesus50@hotmail.com