Por Paula M. Gonzálvez

No fue nunca el protagonista de la historia, pero Alan Rickman y su personaje de Severus Snape en las películas de Harry Potter era uno de los que más pasiones despertaba entre los fans de la saga. Dos años después de la muerte del actor han salido a la luz unas cartas en las que el británico hablaba sobre qué sentía al trabajar en las cintas basadas en los libros de J.K. Rowling.

Según publica The Telegraph —con motivo de una subasta de su colección personal celebrada esta semana en el anticuario de Londres ABA Rare Book Fair—, Rickman no estaba feliz con el papel de Snape. El británico mostró su descontento en una serie de cartas personales que se encontraban entre la colección subastada.

En los papeles, escritos de su puño y letra, el antagonista de Robin Hood: príncipe de los ladrones expresaba que estaba desilusionado con algunas de las decisiones del director David Yates en la sexta película (Harry Potter y el Misterio del príncipe), y por el rumbo de su personaje: "Parece que Yates hubiera decidido que no es importante o que no es atractivo para el público adolescente".

Por otro lado, en la colección existe otra carta, aunque en esta ocasión el receptor era el propio Rickman. En ella, el productor David Heyman (que fue el responsable de escoger al británico para el papel de Snape) le da las gracias por su responsabilidad en el éxito de Harry Potter y la Cámara Secreta (la segunda película): "Sé que a veces te sientes frustrado pero, de verdad, debes saber que eres una parte fundamental en las películas. Y eres brillante".

Según el mismo medio, la autora de la historia original, J.K. Rowling, aprovechó para recordar con agradecimiento al actor por "haber hecho justicia al personaje más complejo".

La caja subastada contenía también el guión de su primera película, Jungla de Cristal, en la que interpretaba al terrorista Hans Gruber, el guión de Robin Hood: príncipe de los ladrones o todos sus diarios, entre otras cosas.