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Alabama busca aumentar su legado en el futbol americano colegial
Nick Saban ha considerado siempre que su mayor rival es la naturaleza humana. Hasta ahora, el entrenador tiene una foja favorable ante ese adversario.
El estratega ha logrado que Alabama se instale en la final del fútbol americano colegial por tercera temporada consecutiva. La “Crimson Tide” ha ganado cuatro títulos nacionales desde que Saban tomó las riendas en 2007. Y ha jugado una final adicional.
Sólo una vez desde 2008 Alabama ha perdido más de un encuentro en la campaña regular. Nunca ha habido nada como esta dinastía en el fútbol americano universitario.
Durante la era de Saban, Alabama es el equivalente de lo que han conseguido los Patriots en la NFL. No es algo extraño, pues Saban colaboró alguna vez con Bill Belichick, el entrenador que ha llevado a Nueva Inglaterra hacia cinco títulos del Super Bowl.
Habría que añadir el cetro colegial que Saban obtuvo como entrenador de LSU, y sus cinco títulos nacionales lo dejan a uno del récord ostentado por el autor de la primera dinastía en Alabama, Paul “Bear” Bryant.
Saban puede igualarlo este lunes, cuando Alabama (4ta preclasificada) se mide a Georgia (3ra) en el duelo entre dos equipos de la Conferencia del Sureste por el campeonato, en el que se espera la asistencia del presidente Donald Trump.
Exigente y siempre motivado por competir, Saban ha desarrollado un programa a prueba de la autocomplacencia en Tuscaloosa, Alabama. El entrenador sólo conoce una actitud, ya sea cuando juega basquetbol con sus asistentes a la hora del almuerzo o cuando cumple con lo que se ha convertido en una aparición anual en el partido por el campeonato.
“Bueno, pienso que siempre estoy buscando el siguiente reto”, comentó el domingo. “No sé si es la forma en que me criaron o qué, pero pienso que sólo eres tan bueno como tu última jugada y tu último partido. Creo que todos me han oído hablar mucho del hecho de que el éxito no es algo continuo, sino momentáneo. Y la naturaleza humana te lleva a sentirte satisfecho y a ser un poco autocomplaciente cuando logras el éxito”.
“Pero en un negocio competitivo, como en el que estamos, siempre está el próximo reto. Siempre hay a continuación un gran partido, siempre hay un mejor equipo al que enfrentar”.
El próximo desafío está en un excolaborador de Saban.
Kirby Smart, entrenador de Georgia, pasó nueve temporadas con Saban en Alabama, las últimas ocho como coordinador defensivo, antes de tomar las riendas de su alma mater en 2016.
Ambos compartieron el escenario el domingo, y posaron junto al gran trofeo durante la última conferencia de prensa antes del partido del lunes por la noche.
Durante años, Smart fue parte de esos partidos de basquetbol con Saban, habitualmente en su mismo equipo. Y es que Saban dice que los dos odian perder.
Smart, de 42 años, ha llevado el “proceso” de Saban a Athens, Georgia, una localidad que no celebra un título de los Bulldogs desde que Herschel Walker era novato en 1980.
Cuando se le preguntó cuál fue la lección más importante que Saban le enseñó, Smart demostró que tiene la respuesta bien ensayada.,
“No es la primera vez que contesto esto en la semana, así que me alegra decirlo de nuevo”, indicó. “Probablemente la cosa más grande es sólo el nivel de compromiso con la organización, el que todos se encuentren en un estándar que él mismo cumple. Él nunca le pidió a nadie en la organización que trabajara más duro que él”.