AIDH es un órgano autónomo
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AIDH es un órgano autónomo
°Se reitera el compromiso de la Academia IDH para continuar con su labor científica para la protección de los derechos humanos, como deber principal de toda autoridad del Estado mexicano.
°El presupuesto público se destina de manera preferente a la generación de conocimiento útil para resolver problemas actuales derivados de violaciones a los derechos humanos.
°Se rechaza categóricamente cualquier campaña calumniosa y difamatoria que solo pretende dañar la probabilidad e integridad del cuerpo académico de la Academia IDH.
En Vanguardia, el periódico líder nos interesa la opinión de nuestros lectores sobre los temas que a usted le preocupan. Este espacio está reservado para que exprese sus puntos de vista.
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La Academia Interamericana de Derechos Humanos (Academia IDH) es un órgano universitario autónomo, sectorizado a la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), dedicado a la investigación especializada en derechos humanos. Por mandato legal, su objeto es la investigación, estudio, docencia, capacitación y difusión de los derechos humanos como el deber principal de todas las autoridades del Estado mexicano que establece el artículo 1° constitucional.
La Academia IDH fue creada desde el 2015 por el Consejo Universitario de la UAdeC, como uno de los compromisos que nuestra Universidad asumió para fortalecer el sistema de protección regional, nacional y local, con la firma de convenios con la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, desde el 2014. Estos compromisos internacionales fueron ratificados, además, por la Ley de la Academia IDH expedida en el año 2017, con la aprobación unánime de todos los integrantes de los derechos humanos, sin filiaciones partidistas ni atendiendo a interés sectarios.
El trabajo que la Academia IDH despliega en forma permanente, así como los resultados que a favor de la sociedad ha obtenido, se encuentran ampliamente acreditados y cuentan con el respaldo de múltiples instituciones públicas, académicas y no gubernamentales, locales, nacionales e internacionales.
En este sentido afirmar que la AIDH como proyecto universitario, o el desarrollo de sus actividades y el ejercicio de su presupuesto, pudieran ser concebidos como un mecanismo de respaldo a los proyectos d cualquier partido político, representa, además de un equívoco absoluto, una expresión calumniosa y difamatoria que atenta contra la autonomía universitaria, la libertad científica y el honor y la reputación de todos nuestros investigadores con obra académica, nacional e internacionalmente. Basta
conocer el trabajo cotidiano de la Academia IDH para darse cuenta que somos un instituto universitario con proyectos, acciones y resultados relevantes a favor de los derechos humanos.
Es un hecho público y notorio, además, que diversos integrantes de organizaciones de la sociedad civil y activistas, cientos de estudiantes universitarios y decenas de académicos de diferentes países del mundo, integran el testimonio vivo del trabajo que la Academia IDH ha realizado a lo largo de sus primeros años de vida, a través de la realización de múltiples observatorios, seminarios, congresos, competencias universitarias, informes de trabajo, cursos de posgrado y capacitación, así como litigios
estratégicos pro bono, entre otras actividades.
En el desarrollo del Plan de Trabajo se utiliza en forma correcta el presupuesto que el Congreso del Estado le ha asignado para garantizar su autonomía científica al servicio de la comunidad y que, como cualquier otro recurso público, está sujeto a la supervisión y auditoría de los órganos de control del Estado, mismos que han constatado la sujeción del a Academia IDH a los criterios que constituyen los ejes fundamentales del ejercicio presupuestal en nuestro país.
A partir de lo ya señalado, es preciso dejar en claro que el cuerpo académico de este instituto de investigación jurídica no tiene interés en provocar, ni alentar, debates de corte político-electoral porque si trabajo no se relaciona con la disputa del poder en ninguno de sus órdenes. El trabajo no se relaciona con la disputa del poder en ninguno de sus órdenes.
El trabajo de la Academia tiene que ver con la posibilidad de contribuir al ensanchamiento de las fronteras del conocimiento y que ese conocimiento sirva para consolidar sociedades más justas, inclusivas y democráticas.
Por ello, haciéndonos cargo de la obligación que tenemos de rendir cuentas por los recursos que ejercemos y de ajustar nuestra conducta al marco ético que rige el trabajo académico y el servicio público, señalamos que no vamos a participar en polémicas que están relacionadas con la disputa del poder y, en todo caso, estaremos atentos a los llamados que nos hagan las autoridades competentes a partir de los procedimientos que éstas decidieran eventualmente desarrollar.
Luis Efrén Ríos Vega, director general de la Academia IDH