SAN LUIS POTOSÍ.- Después conseguir impactantes victorias políticas con Carrier y Ford, Donald Trump ya se propuso una nueva meta en el horizonte: que Goodyear suspenda su proyecto de una nueva instalación en San Luis Potosí y que esta planta se mueva a los Estados Unidos.

La fabricante de llantas tiene planificado fabricar 6 millones de neumáticos desde el mes de abril para lo cual generaría mil 200 empleos en la entidad, que iba a recibir la nueva planta de Ford. 

El presidente electo de EU está decidido a llegar a su asunción con una serie de golpes mediáticos que aporten al relato de su campaña, en la cual se mostró sumamente hostil con las firmas estadounidenses que operan en México.

Goodyear es una empresa  de Ohio. Fue uno de los estados clave para que Trump lograra la presidencia.

La automotriz Ford ya anunció que repondrá cualquier gasto que hayan realizado las autoridades estatales en San Luis Potosí para facilitar la inversión para la nueva planta. El terreno de 220 hectáreas donde estaría la planta fue donado por la gubernatura. Si la decisión se replica en el caso de Goodyear el escenario sería muy similar.

La inversión de la multinacional generaría mil empleos directos y 5 mil indirectos. Cuando se hizo el anuncio en abril del 2015 estuvo presente el CEO Frank Kramer, Enrique Peña y el embajador Anthony Wayne. El mundo era otro.

La inversión se había anunciado poco después de que los fabricantes de autos Toyota y Ford revelaron planes de expansión en México. El segundo ya no existe.