El presidente del banco central mexicano, Agustín Carstens, que antes de las elecciones en Estados Unidos había comparado el riesgo de una victoria de Donald Trump con un huracán de categoría cinco, confió hoy en que sus efectos sean menores.

"Ha sido un poco más conciliador. Entonces, yo creo que ha estado disminuyendo la magnitud", dijo Carstens en una entrevista con Radio Fórmula.

No obstante, señaló que persiste la incertidumbre sobre las políticas que aplicará cuando asuma en enero y, por lo tanto, sobre los efectos que tendrán en la economía mexicana, que está estrechamente ligada a Estados Unidos.

Trump ha amenazado con revisar o retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que su país tiene desde 1994 con México y Canadá y con imponer aranceles de un 35 por ciento a automóviles ensamblados en México.

"No sabemos a ciencia cierta cómo va a implementar su política económica hacia adelante", dijo Carstens.

"Hemos visto esbozos. Es como tratar de armar un rompecabezas sin tener todas las piezas y bueno, eso se ha reflejado en los mercados de diferentes maneras. Una, y quizás la más importante, que el dólar se ha apreciado contra todas las divisas".

Carstens dijo que el dólar alcanzó hoy su nivel más alto en 13 años frente a todas las divisas y una de las afectadas es el peso. "Eso puede generar con el tiempo presiones inflacionarias, señaló.

Las autoridades mexicanas han tomado medidas preventivas, como el incremento de 50 puntos base de la tasa de interés de referencia al 5,25 por ciento, que fue decidido el jueves por el banco central. No se descarta una nueva subida de tasas en diciembre.

México ha estado en el centro del discurso de Trump desde hace meses. El jueves, Trump aseguró que el fabricante de automóviles Ford le había informado que mantendría su planta de vehículos de Kentucky en lugar de trasladarla a México. Sin embargo, nunca estuvo en los planes de la empresa trasladar esa planta al exterior.