Aguas embotelladas: ¿cuál es la adecuada?

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Aguas embotelladas: ¿cuál es la adecuada?

Existen diferentes tipos de aguas, pero las que nos podemos encontrar para beber embotelladas son tres / Archivo
¿En qué se diferencian las aguas embotelladas? ¿Cuáles son los tipos de aguas con minerales? ¿Hay alguna mejor que otra?

Atrás quedaron los días en los que el agua embotellada, a la que se le atribuían propiedades curativas, se vendía en farmacias con la etiqueta de “agua mineromedicinal”.

Esas aguas envasadas que respondían al interés de la población por los balnearios europeos- son ahora productos alimentarios sometidos a estrictos controles de calidad y seguridad.  Ya no se venden en farmacias, pero su diferente composición en minerales puede ofrecer beneficios para la salud: es una “bebida natural con efectos saludables, que aporta minerales esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo”, según elInstituto de Investigación de Agua y Salud (IIAS).

Pero, ¿en qué se diferencian las aguas embotelladas? ¿Cuáles son los tipos de aguas con minerales? ¿Hay alguna mejor que otra?

Existen diferentes tipos  de aguas, pero las que nos podemos encontrar para beber embotelladas son tres: las minerales naturales, las de manantial y las potables preparadas.

Las aguas minerales naturales se obtienen directamente de manantiales o fuentes perforadas y poseen una composición mineral específica; las de manantial son captadas directamente de la superficie, y son puras microbiológicamente, pero sin las características de las aguas minerales; y el resto son aguas potables preparadas de diversas procedencias y tratadas para que cumplan los requisitos de consumo público.

Más del 96% del agua envasada que podemos encontrar en los estantes de cualquier establecimiento corresponde a aguas minerales naturales, casi un 2% es agua de manantial, y el resto son potables preparadas, según datos de la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebidas Envasadas (ANEABE).

Para su consumo como bebida envasada, el código alimentario especifica nueve tipos: aguas bicarbonatadas, sulfatadas, cloruradas, ferruginosas, sódicas, hiposódicas, cálcicas, flouradas y magnésicas.

Si sufres de acidez y de digestiones pesadas, puede que el agua bicarbonatada tenga algo que decir a tu favor; con una concentración en bicarbonato que supera los 600 miligramos el litro, es un agua con poder buffer que mantiene estable el pH, y favorece la tarea de los fermentos pancreáticos y la acción saponificante de la bilis.