Lo he comentado en este generoso espacio de VANGUARDIA ya varias ocasiones: cuando quiero clarificar mis torpes y escasas ideas en política, leo literatura. Alta y buena literatura. Aquella literatura y libros llamados clásicos, libros clásicos. Libros, autores y obras que con el paso del imbatible tiempo, no envejecen y sí nos contestan todas nuestras interrogantes sobre eso llamado condición humana. Los libros clásicos nos nutren, nos apasionan, nos enseñan una y otra vez que allí donde bulle y hierve la sangre de los humanos (en una aldea, una provincia, una ciudad, una oficina, una familia, una escuela…), es donde debemos de hurgar una y otra vez para reconocernos y donde se encuentran las claves del pasado, observar nuestro presente y otear nuestro futuro. Futuro incierto, sin duda.

La política tal como se presenta y se practica hoy en nuestro país, es un lodazal que a todos salpica. ¿Es novedad? Absolutamente no. Siempre ha sido así, pero hoy con la dictadura de Andrés Manuel López en el poder, el lodazal no tiene límites ni se le ve el fondo. Escudado en una falsa “moral” que promueve muy a su personal estilo, es decir, sólo él es “moral” y puro, desde su púlpito mañanero sigue injuriando, denostando, cumpliendo cabalmente su venganza personal contra todos y contra toda institución que se atraviesa e su camino.

¿Moral? Ya en el siglo XVIII el inconmensurable, el divino Marqués de Sade en un libro delicioso y perturbador (todos lo son, todo lo escrito y emanado de su pluma) “Filosofía del tocador”, obra espléndida donde conjuga el erotismo (realmente es pornografía, excelentemente bien escrita) con alta filosofía donde explora el papel de los políticos, la llamada democracia, la república, la monarquía y su repercusión e influencia en los gobernados. Apunta el Marqués de Sade en su perturbadora obra: “En este adjetivo ‘moral’, reside el motivo para la abolición de las leyes. Una república no tiene por misión prescribir la moral; su tarea principal consiste… en conservar la libertad de sus ciudadanos…”.

¡A otro público lector con semejantes ideas! Y claro, vea usted la fecha en la cual ya se alertaba de esto, siglo XVIII. Sin duda, el divino Marqués de Sade tiene razón. En aras de la moral y de erradicar la corrupción, AMLO se dedica diario a minar las instituciones y los partidos políticos. También se dedica a injuriar a todo mundo, a cualquier ciudadano que le presenta crítica puntual a su muy errática manera de gobernar. Por eso una y otra vez le voy a recodar señor lector, de lo valioso de su voto útil. Un voto por el partido de su preferencia, pero siempre en contra de AMLO y Morena. ¿Usted cree que AMLO y Morena están haciendo bien las cosas y que llevan a nuestro país al  paraíso prometido? Pues entonces usted va a ir a la urna y refrendará su gusto y vocación. Cosa muy respetable. Pero si usted es como yo, ciudadanos conscientes y con una pizca de cerebro, los cuales vemos que este país se desmorona y anda ya en harapos, pues entonces vea opciones y vote usted por un sano y necesario equilibrio de poderes.

Esquina-bajan

Punto uno: ha sido un escándalo. Claro que lo debe de ser y lo debe de seguir siendo y de hecho, debería de castigarse. El actor de pacotilla del cual le platiqué aquí en texto pasado que una de sus ex mujeres dijo que tenía un “penecito”, Alfredo Adame, candidato de Redes Sociales Progresistas (RSP), fue exhibido públicamente por platicar voz en cuello que: “Los dueños de ese partido (RSP) son López Obrador, Marcelo Ebrard y Elba Esther (Gordillo). Marcelo es el próximo presidente, por qué crees que me fui con ellos… ¿Por qué crees que necesito caballos de batalla ganadores? Nos dan 40 millones de pesos, de esos nos chingamos 25, y esos son los negocios”.

Punto dos: el presupuesto total de RSP (pues sí, es de Fernando González, familiar de la tristemente célebre Elba Esther Gordillo y sí, obedecen órdenes de AMLO y Ebrard) para este año es de 141 millones de pesos. Con este dato y otros antecedentes que le he platicado en este espacio, se cumple lo que le platiqué en anterior columna: AMLO está desesperado, huele en la sociedad y en el ambiente su derrota en las urnas. Y usted y nadie más es quien lo puede llevar a esa ansiada derrota electoral que todos esperamos.

Punto tres: en el audio que circula ampliamente, el actor de pacotilla, Alfredo Adame, dice: “(Morena) no va a llegar a la mayoría en la Cámara (de diputados) entonces necesitan agarrar cabrón RSP, para que meta lo más posible…”. Se lo digo entonces de nuevo, AMLO y Morena están desesperados y están echando mano de todo, incluyendo claro, todos los dineros disponibles de la Presidencia de México.

Punto cuatro: hace poco me entrevisté con el candidato a diputado federal, Jaime Bueno Zertuche. No le conocía personalmente, aunque había escrito de él y su gestión como diputado local en varias ocasiones en este espacio. Todo en base a su accionar político público. Aunque le voy a presentar un texto especial de dicha entrevista y su plan y propuestas de trabajo para Coahuila, ese día, Jaime Bueno, no obstante que me avisó en tiempo y forma en varias ocasiones que iba retrasado a nuestra cita de trabajo, al momento de llegar, me pidió hartas disculpas (sólo fueron cinco o siete minutos de retraso, pero suficientes para perfilarlo en su conducta y carácter: un “Caballero inglés”) por el desfase de tiempo. Este “Caballero inglés”, Bueno Zertuche, no hay duda, será nuestra voz en la Cámara de Diputados en la Ciudad de México.

Letras minúsculas

Usted lo sabe: más de 350 mil muertes por COVID-19 en México con 126 millones. En China, con mil 398 (miles de millones de personas) hay… 4 mil 636 muertos por su bacilo de laboratorio. ¿De qué hablamos entonces, carajo?