¿Se está mejor sin creer en Dios? ¿Se está mejor en este mundo sin leer la prensa cotidiana? ¿Al creer en Dios y si éste no nos socorre en nuestras tribulaciones, es entonces una gran decepción? ¿Si no leemos la prensa diaria y no nos enteramos de todo lo terrible que pasa en el mundo, estaremos mejor sumidos en la ignorancia? La última vez que leí mi Biblia (para la cita del siguiente parágrafo, he contrastado la versión de dicho verso en las siete biblias que tengo en mi biblioteca), el Salmo 103 decía a la letra: “Bendice alma mía a Jehová…” Haber estimado lector, no dice: “Bendíceme Jehová…” No dice “Bendíceme hoy señor y hazme rico…” No dice “Bendíceme Jehová y haz que llueva dinero en mis empresas…” No dice: “Bendíceme señor y quita de mí la peste de la enfermedad llamada Covid…”

No estimado lector. Imagino en su Biblia como en todas las biblias del mundo, el Salmo 103 dice en todas y en todo el orbe lo siguiente: “Bendice alma mía a Jehová…” Usted tiene que bendecir y pedir por Jehová, por Dios. Dios a usted lo necesita para que ore por él, no al revés. Dios está para agradecerle los momentos de gloria y triunfo, pero no sirve para nada o de nada, cuando usted y diario, le pide caprichos y cosas. No señor.

Avanzamos, ¿es mejor estar sumido en la ignorancia y dejar de leer la prensa, la buena prensa como VANGUARDIA? Es una duda que todo mundo y en algún momento de su vida tiene. En su minuto, la tuvo ese gran escritor y periodista que fue el italiano Leonardo Sciascia, del cual el maestro Federico Campbell hizo motivo de vida y trabajo. En su hora, el gran Leonardo Sciascia dudó, como todo buen humano crítico, si se estaba mejor sin leer diarios. Aunque en él fue por motivos de salud. Así lo dice en una buena línea en su libro “Para una memoria futura”: “Pero el no leerla (la prensa) no basta para mantenerse lejos de las noticias…”

Es correcto. No leer un buen libro, el diario cotidiano, una buena revista semanal, no evita las penurias y dilemas terribles del mundo, pero si nos hace más pendejos e ignorantes y así, no podemos tomar buenas decisiones en la vida. Conozco a muchas amigas y amigos los cuales en ocasiones me comentan de haber dejado de leer la prensa cotidiana y toda. Sólo se focalizan en algún columnista, un escritor, un reportaje de su antojo y agrado. Me comentan de un signo identificable: lo terrible de los tiempos y su reflejo en eso llamado noticias.

Es importante que usted lea la prensa cotidiana, es importante que todos sigamos educándonos y tengamos eso llamado cultura, una vasta y buena cultura general en un mundo volátil donde hay una alta sofisticación de los criminales (cárteles) no ya como un ente subversivo en contra del Estado mexicano, sino como una estructura paralela, y especular sobre la relación de estos con el Gobierno de la república y sus leyes obsoletas, las cuales no aplican con ellos y nada más con ellos. “Abrazos y no balazos” sigue diciendo López Obrador cuando el país arde. Es literal. Por lo anterior, es importante que esté enterado, para luchar usted y yo de un solo lado: el lado de la libertad.

ESQUINA-BAJAN

Punto uno: el repunte en los índices de violencia brutal, están a la orden del día y son los peores momentos de dicho trauma en la historia de México. No pocos gobernadores han hablado de una clara y abierta intromisión de los diversos cárteles del narcotráfico en las pasadas elecciones federales y locales, donde Morena al final de cuentas, resultó con una gran y mejor porción del pastel político. El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, pruebas en mano según sus palabras, no ha sido recibido por Andrés Manuel López Obrador para aclarar dicho matrimonio e injerencia del narcotráfico en las elecciones en su Estado.

Punto dos: entidades con vocación turística cien por ciento (la industria de millones de pesos, sin chimeneas ni contaminantes), como Guanajuato y Zacatecas, hoy son zona de combate abierto. No se respeta a nadie. Incluyendo niños, sacerdotes o médicos y enfermeras. Mi ciudad adorada y de la cual soy nativo por vocación, Zacatecas, hoy está perdida y navega con sus banderas en llamas. Casi diario, amanecen colgados en los puentes con mensajes intimidatorios. Aquí se libra una guerra sin cuartel y sin que nadie haga nada, entre el “Cártel de Jalisco” y el “Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG)”.

Punto tres: de acuerdo con el reporte de la organización “Siempre vivos” y con voz de José Díaz Navarro, 25% de los Ayuntamientos en Guerrero (zona clientelar de Morena, usted lo sabe), los maneja y controla… el crimen organizado. En traducción al cristiano es lo siguiente: 21 de 81 ayuntamientos son de la criminalidad. Aquí si hay abrazos y no tanta bala, porque los dejan hacer y desparecer a sus anchas y antojo.

Punto cuatro: un informe reciente de la Secretaría de Marina (SEMAR) advierte a la letra: “Las bandas de organizaciones que cuentan con fachadas de cooperativas pes queras dentro de las comunidades marginadas son subcontratadas por los grandes cárteles para hacerse a la mar y recibir el narcótico.” Lo anterior es lo que está pasando en las costas de Chiapas, Oaxaca y claro, Guerrero. Los poderosos cárteles se modernizan y actualizan. Insisto, no se enfrentan ni son subversivos ya con el gobierno, son una estructura paralela a ellos.

LETRAS MINÚSCULAS

Se agradece y mucho entonces, el estar aquí y ahora en Saltillo, Coahuila. Un orden el cual tiene autores: Miguel Ángel Riquelme y Manolo Jiménez.