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El sector más vulnerable es el de fabricación de maquinaria y equipo (industrias automotriz y electrónica), pues genera dos tercios del total de las exportaciones internacionales del noreste
Con la carta que envió el jueves pasado el Gobierno de EU (Estados Unidos de América) a su Cámara de Representantes, anunciando su intención de renegociar el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), se abrió un periodo de 90 días para consultas con los propios legisladores y la opinión pública del vecino país, contemplado en su normatividad interna como paso previo al arranque formal del proceso con sus contrapartes de los Gobiernos de México y Canadá, lo que de acuerdo al calendario previsto, ocurrirá hacia el 16 de agosto del presente año.
En poco más de 30 años de operación y gracias al TLCAN, en Norteamérica se conformó una de las zonas de libre comercio más importantes del mundo, con un intercambio que alcanzó un valor de un billón de dólares en el 2015. Las cifras del PIB (producto interno bruto) reflejan las asimetrías de los participantes: EU con 17.95 billones de dólares, Canadá con 1.55 y México con 1.14. Por su parte, la participación de las exportaciones en el mismo nos revela la importancia relativa de este acuerdo comercial para cada uno de los socios: en México alcanzan el 35 por ciento, el 32 en Canadá y el 13 para los EU (El Economista, 18 de mayo).
Robert Lighthizer, representante comercial del Gobierno de EU y encargado de firmar la carta de notificación arriba mencionada, manifestó su expectativa de que las negociaciones concluyan hacia fines del 2017; es decir, en los inicios de la gestión del próximo gobernador de Coahuila.
Agregó que el TLCAN ha sido exitoso para los sectores agrícola, de servicios y de energía de Estados Unidos, pero no para la industria de manufacturas. Esta percepción no es un buen augurio para México y en especial para su región noreste (Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas), cuya participación en las exportaciones manufactureras es relevante. Apuntó otros objetivos que buscarán los socios del norte: una modernización en los estándares de comercio digital, derechos de propiedad intelectual, mercado laboral y medioambiente, además de las normativas para empresas estatales y las condiciones de seguridad alimentaria.
En términos ginecológicos, el niño viene bien atravesado, pues la visión mercantilista de Trump hizo del TLCAN un tema central de su campaña política, definiéndolo como un desastre para los EU. Por los modos que le hemos visto, echarán el caballo por delante, buscando arroyar a México y Canadá con su idea de America first. La negociación será muy complicada, pues además de que el Agente Naranja es irascible e impredecible, la ventana temporal será muy reducida (seis meses), pues estará acotada por los calendarios políticos de México y EU.
¿Qué tan importantes son las exportaciones internacionales, en especial las dirigidas a los EU, para la región noreste de México? Comencemos por señalar que en esta parte de la república habitamos el 9.3 por ciento de los mexicanos, se genera aproximadamente el 14 por ciento del PIB y 25 por ciento del valor total de las exportaciones realizadas por la economía mexicana. Y casi el 90 por ciento de las ventas internacionales del noreste se concentra en un puñado de actividades económicas: la petroquímica e industrias del plástico y hule; las industrias metálicas básicas; producción de maquinaria y equipo y otras industrias manufactureras.
¿Qué tan sensible es nuestra economía ante fluctuaciones en las exportaciones internacionales? Una forma de medirlo es mediante el cálculo de las elasticidades totales, las cuales miden el efecto en la economía total de la región de una variación del 1 por ciento en las exportaciones de un sector. Realizamos este ejercicio para este puñado de industrias, agregando además a los establecimientos comerciales. Cuantificamos los efectos totales sobre cuatro variables básicas de la economía del noreste: la producción bruta, el empleo, el salario y el valor agregado.
He aquí los resultados: si las exportaciones internacionales en cada uno de estos sectores de la economía del noreste caen un punto porcentual, a nivel del conjunto de su actividad económica la producción bruta caerá un 0.39 por ciento, el empleo un 0.78, los salarios un 0.6 y el valor agregado un 0.59.
Y con mucho, el sector más vulnerable es el de fabricación de maquinaria y equipo (en el cual se encuentran las industrias automotriz y electrónica), pues genera dos tercios del total de las exportaciones internacionales del noreste (65.5 por ciento). Un punto porcentual de reducción en las exportaciones de este sector repercutiría en una contracción del 0.26 en la producción bruta total de la economía del noreste, 0.51 en el empleo, 0.39 en los salarios y 0.42 en el valor agregado.
Como decía mi tía Pepa: “Dios nos agarre confesados”.