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Advierten en EU sobre los peligros de los analgésicos
Los analgésicos de receta no deben ser lo primero que recomienden los médicos en casos de dolor de espalda o artritis, según nuevas directrices de las autoridades de Estados Unidos, en medio de un aumento de los índices de adicción a esos medicamentos.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) recomiendan primero recetar fisioterapia, ejercicio o analgésicos simples antes de recetar fármacos como OxyContin o Vicodin.
Esos medicamentos contienen narcóticos como morfina y oxycodona, incluso heroína.
Las directrices, que no son de cumplimiento obligatorio, son un esfuerzo por revertir el aumento de las píldoras contra el dolor, que según los expertos ha llevado a un enorme aumento de las sobredosis. En 2014, los médicos en Estados Unidos emitieron casi 200 millones de recetas para analgésicos potentes, mientras que las muertes ligadas a esas drogas aumentó a unas 19.000, una cifra sin precedente.
"Estamos tratando de hallar una alternativa más sana para el dolor crónico", declaró el doctor Tom Frieden, director de los CDC, en entrevista con la AP. "Los riesgos de adicción y muerte a raíz de estos medicamentos son muy conocidos".
Más de 40 estadounidenses mueren cada día debido a sobredosis de analgésicos, una cifra que Frieden atribuyó a la excesiva cantidad de recetas entregadas por los médicos.
Bajo las nuevas directrices, los médicos podrán recetar analgésicos solo después de intentar tratamiento con píldoras no adictivas, cambios en el estilo de vida y otras opciones. Los CDC además recomiendan que, en caso de tener que recetar un analgésico, se debe recetar la dosis más leve posible. Las recetas se deben prorrogar solo si hay una evidente mejoría.
Para dolores que duran pocos días, lo mejor es recetar los opioides para un máximo de tres días, dijo la CDC.
Las directrices no abarcan a médicos que están tratando casos de dolores graves como los asociados con cáncer u otras enfermedades debilitantes.
Aunque el cumplimiento de los lineamientos es solo voluntario, podrían ser adoptados por hospitales, compañías aseguradoras y sistemas de atención médica a nivel estatal y federal.
El gobierno ha intentado ya varias estrategias para contrarrestar el uso excesivo de los analgésicos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) limitó la cantidad de veces que una receta se puede prorrogar.
Estados como Florida y Nueva York han tomado medidas contra médicos que recetan las píldoras excesivamente, usando bases de datos para vigilar qué recetas se están ofreciendo. Esta semana, el estado de Massachusetts aprobó una ley que establece un límite de siete días para una primera receta de opioides, algo que hasta no ha intentado ningún otro estado.
En un centro de salud en Boston, los médicos de atención primaria, internistas y psicólogos prescriben acceso a un gimnasio por $ 10 al mes. (Foto AP / Rodrique Ngowi)
Cada vez más médicos recetan deporte y no fármacos
Cuando la doctora Michelle Johnson escribe recetas, el siguiente paso para muchos pacientes es ir al gimnasio, no a la farmacia.
Los médicos que tratan problemas de salud crónicos prescriben cada vez más ejercicio a sus pacientes y los animan a pensar en la actividad física como en su nueva medicación.
En uno de estos programas gestionado por un centro sanitario en el vecindario de Roxbury, en Boston, doctores de atención primaria, internistas y psicólogos prescriben acceso a un gimnasio por 10 dólares al mes, que incluye servicios de guardería gratuito, clases y programas infantiles. Proporcionar acceso asequible al gimnasio para pacientes asegura que se cumpla, explica Gibbs Saunders de Healthworks Community Fitness, un gimnasio sin ánimo de lucho en Dorchester que se ha asociado con varios centros de salud para ayudar a los residentes con bajos ingresos bajos a cumplir con el ejercicio que les ha recetado.
Responsables del Whittier Street Health Center dicen que tener acceso a un gimnasio barato es importante, dado que los ingresos de muchos residentes son bajos y el 70% de sus pacientes sufren problemas crónicos como obesidad, hipertensión, diabetes y depresión.
La esperanza de vida en Roxbury es de 59 años — bastante por debajo de la media nacional, 78.8 años.
"El ejercicio no es una nueva medicina. Realmente es un remedio antiguo", dijo Johnson, que receta ejercicio a sus pacientes en un centro de salud de Roxbury. "Pero creo que ahora estamos llegando al punto de entender lo importante que es".
A Monisha Long, que tiene obesidad mórbida y sufre hipertensión, su doctor le recetó hacer ejercicio y dice que ha obtenido resultados visibles y drásticos tras más de dos años practicando deporte regularmente.
"He perdido más de 68 kilos (150 libras) y he seguido manteniéndome estos dos últimos años", dijo después de ejercitarse en una máquina elíptica en Healthworks.
Y Long cita otros beneficios menos visibles.
"Tengo más energía", dijo. "En lo que respecta a mi energía, siento que soy más fuerte. Siento que estoy menos cansada. Siento que ahora puedo hacer casi cualquier cosa".
La gente que está físicamente activa tiende a vivir más tiempo y tiene menos riesgo de sufrir enfermedades del corazón, infartos cerebrales, diabetes de tipo 2, depresión y algunos tipos de cáncer, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Con todo, menos de uno de cada cuatro estadounidenses adultos se ejercita lo suficiente como para beneficiarse de estas ventajas, apunta la agencia.
Edward Phillips, un médico de Boston, está tan concienciado con la práctica deportiva que pedalea en una bici estática que está integrada en el escritorio de su despacho. Phillips sostiene que el deporte es "como tomar un poco de Prozac — un antidepresivo — y un poco de Ritalin, que es un estimulante".
"Nuestros cuerpos están pensados para moverse", dijo. "Integrar el movimiento en nuestra rutina permite que el sistema trabaje de forma óptima".
La prescripción para hacer ejercicio es una ganga, dijo Stephanie Dennis, que corre en una cita para mantenerse en forma.
"¿Qué son 10 dólares al mes? Dos dólares, o dos dólares y medio a la semana", apunta. "Mucha gente paga eso cada día por un café. No es un gran sacrificio para algo que te da grandes recompensas”.