La biografía del caricaturista Eduardo Humberto del Río García en el sitio “rius.com.mx” señala que “Rius” llegó a ser “seminarista, burócrata, embotellador, vendedor de jabón, office-boy, encuadernador, cajista, profesor sin título y enterrador de una prestigiada funeraria”.

Dicho esto, muchos conocen el trabajo de Rius mediante sus personajes de humor políticos como “Los Supermachos” y “Los Agachados”, donde el artista mexicano tocaba temas como la historia, la filosofía, y la religión.

Obra

El caricaturista adoptó el seudónimo de “Rius” en 1954, compartiendo sus primeros personajes para la revista “Ja-Já”.

En 1966 publicaría su primer libro “Cuba para los principiantes”, donde aborda con humor y sátira temas relevantes que continuaría en futuras publicaciones.

La serie de historietas de “Los Supermachos” se popularizaron por tocar con humor aspectos de la política a la gente común en un tiraje semanal de 250 mil ejemplares.

Del Río fue autor de más de 100 libros, entre los que se tocan temas desde el marxismo hasta la Iglesia Católica.

Legado

Rius se destacó por la caricatura crítica que satirizaba a los partidos políticos, la izquierda, el gobierno estadounidense, la religión, entre otros; al igual que comentar de temas como la filosofía, la música, el sexo y el arte.

En las historietas de “Los Supermachos”, el personaje principal de las historias era el indígena Juan Calzónzin quien tenía amplios conocimientos filosóficos nacionales y del mundo que tiende a representar un mexicano pobre pero culto.

El antagonista de las historias solía ser Don Perpetuo, un Presidente Municipal corrupto que se despreocupaba por los problemas del pueblo y prefería pasar el tiempo en las fiestas y el alcohol.

Su trabajo en "Los Supermachos" llegaría a inspirar la cinta “Calzónzin Inspector” dirigida por Alfonso Arau.

Rius fundó y colaboró en la revista de crítica sociopolítica “El Chamuco y los hijos del averno”, donde predomina el “cartón” (caricatura política).