TAMAULIPAS.- El pasado 11 de mayo policías estatales y federales, secuestraron y asesinaron a Juan Pablo Ochoa Ramos, un joven trabajador de 30 años de edad.

De acuerdo con la denuncia de su madre, supuestos policías irrumpieron en su domicilio en Las Rusias, Matamoros, Tamaulipas, para llevarse a su hijo “sin ropa y luego, apareció en el Río Bravo con ropa de soldado, para acusarlo de que andaba secuestrando a un vecino”.

De manera violenta, agresiva y amenazadora se llevaron a Juan Pablo de su casa, para luego trasladarlo a las orillas del río para ejecutarlo. Luego se dedicaron a amenazar a la madre, Julia y familiares.

“Estaba acostado cuando los agentes llegaron y se lo llevaron, porque querían presentar trabajo matando a alguien inocente”, acusó la madre del joven.

Antes de llevarse a Juan Pablo le cambiaron la ropa que traía para ponerle botas y vestimenta militar, uniforme con el que lo encontraron ejecutado.

A lo lejos, doña Julia escuchó los disparos del momento en que mataron sin piedad a su hijo. Con lágrimas en los ojos contó lo que sintió en ese momento.

Al poco tiempo llegaron los elementos de la Guardia Nacional, pero este ya había sido ejecutado.

Con el dolor y sufrimiento sus padres reclamaron el cuerpo de su hijo, pero ninguna autoridad les respondió.

El miércoles hicieron un llamado para dar a conocer lo que sucedió con Juan Pablo.