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Acusan a minera de amenazar a familias en Temixco, Morelos
Cuernavaca, Mor. La empresa canadiense Álamos Gold (antes Esperanza Silver), que pretende explotar una mina de oro y plata en el cerro El Jumil, el cual es parte de la zona arqueológica de Xochicalco, ha dividido a la población indígena de San Agustín Tetlama, municipio de Temixco, señalaron integrantes de un grupo de 20 familias que se oponen al proyecto.
En entrevista dijeron que desde 2009, cuando esa compañía llegó al sitio en busca de la “licencia socia” para operar en la zona, los propietarios de la minera han actuado con una mano buena y una mala.
Es decir,”en una llevan y entregan dádivas, servicios, obras y hasta dinero en efectivo a los que están de acuerdo; y en la otra, junto con integrantes del crimen organizado, acosan, intimidan e implementan campañas de odio contra las jefas o jefes de familia que se oponen a ésta” , denunciaron.
Aseguraron que en días anteriores las amenazas de muerte contra varios inconformes han arreciado por individuos que desconocen; “dicen que nos van levantar, que nos van a matar”.
“La inseguridad es una de las cosas que ahorita tenemos. Nosotros somos campesinos y hemos visto personas extrañas en los lugares donde sembramos, lo que nos preocupa porque no sabemos qué es lo que quieren, dijo Obdulia García Hernández. Esta mujer y sus familiares manifestaron que han sido férreos opositores” a la mina desde hace ya casi 12 años porque tienen la certeza de que va a contaminar, a dañar el medio ambiente y a acabar con sus tierras.
Indicaron que están conscientes de que Álamos Gold y aquellos que están a su favor “los tienen bien identificados”, por eso temen lo que les pueda pasar y los responsabilizan en caso de que algo les suceda.
A su vez, Javier Hernández García agregó que no está de acuerdo con los planes de la minera porque en el cerro de El Jumil hay vestigios de los antepasados “que aún no se han mostrado al mundo. Además, mediante una cuenta de Facebook me intimidaron con secuestrarme, cortarme la otra mano, y hubo temor; pero esto acrecentó el coraje. Yo quiero que mis hijas sean del pueblo y que defiendan, no que sean una generación vendepatrias”, agregó.
“Aunque nos critiquen, que digan que somos 20 ignorantes –como se puso en una pinta en el pueblo–, tengo claro que una mina a cielo abierto nunca va ser sustentable ni va ser generosa con la vida humana ni con la naturaleza, es por eso que exigimos la cancelación de las concesiones”, puntualizó.
Asimismo, Hipólito García Ramírez lamentó que por esta situación se haya roto el tejido social, lo que consideró muy grave. “Las diferencias por este tema están dividiendo familias y vecinos que antes vivían en armonía y juntos celebraran sus costumbres y sus temporadas de siembra y cosecha”, reiteró.
En tanto, Juan Jiménez, integrante del Movimiento contra la Minería Tóxica por Metales, afirmó que “la empresa busca la aprobación de la gente, acompañada de células de la delincuencia organizada, para que por las buenas –con dádivas– o por la mala –con amenazas– aceptes y entregues tus tierras y hasta tu vida en este proyecto de muerte”.