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Acusan a EU de ocultar nexos de Pinochet con narcotráfico
Estados Unidos censuró casi tres mil páginas de archivos de la Agencia Antidrogas (DEA) con información sobre supuestos vínculos del exdictador Augusto Pinochet con el tráfico de drogas, informó hoy el periódico El Ciudadano.
El diario electrónico chileno solicitó al Departamento de Justicia de Estados Unidos, amparado en la Ley de Transparencia (FOIA), la desclasificación de miles de documentos que involucrarían a Pinochet en investigaciones por narcotráfico.
Según la fuente, la DEA “reconoció que mantenía en su poder los documentos, pero que solo era capaz de revelar una página de los informes que posee”, razón por la que El Ciudadano apeló de esa decisión ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La jefa de la Unidad de Libertad de Información y Privacidad de la DEA, Katherine L. Myrick, le señaló al periódico chileno que se realizó una “minuciosa búsqueda” en el sistema de Investigative Reporting and Filing (IRFS) donde se comprobó que los archivos existen.
Precisó que se trata de “dos mil 984 páginas de archivos relativos a indagaciones de la DEA contra Pinochet, universo del cual solo fue posible desclasificar un documento”.
Se trata de “la última pieza de lo que parece ser un ‘Reporte de Investigación’ de la DEA con carácter sensible, fechado el 29 de abril de 2004, que incluye el nombre del fallecido general del Ejército como el sexto de una lista cubierta en blanco”.
La respuesta de la DEA a El Ciudadano acotó que “la publicidad de los archivos clasificados podría interferir con procesos en curso, afectar la privacidad de terceros, identificar fuentes de información de la agencia y dar a conocer mecanismos de investigación utilizados por la misma”.
El fallecido exjefe de la policía represora de la dictadura militar (1973-1990), Manuel Contreras, informó en 2006 al juez chileno Claudio Pavez que la familia Pinochet se había enriquecido con el narcotráfico.
Contreras dijo que Pinochet había colocado a uno de sus hijos en un complejo químico del Ejército para, junto al químico Eugenio Berríos, quien trabajaba para los servicios represivos de la dictadura, producir “cocaína rusa”, la cual era indetectable para los perros antidrogas.