Exige Alianza Federalista que expertos dirijan vacunación antiCOVID

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Exige Alianza Federalista que expertos dirijan vacunación antiCOVID

Gobernadores de la Alianza Federalista | Foto: Héctor García
Tardío y engañoso, aval de Federación para que estados compren vacuna, exponen los gobernadores

Durante la Primera Reunión Interestatal de la Alianza Federalista del 2021, el bloque de gobernadores que sesionó en Saltillo, Coahuila, acordó trabajar en conjunto con la Iniciativa Privada en sus respectivas entidades para adquirir vacunas contra el COVID-19 e iniciar en la medida de los posible con la vacunación para todos los ciudadanos. 

Aunque los gobernadores de la Alianza Federalista (AF) “tomaron la palabra” al presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, quien la mañana de este viernes anunció que los estados podrían adquirir sus propias dosis con ciertos lineamientos, cuestionaron que el Plan Nacional de Vacunación sea eficaz y transparente, por lo que exigieron que la aplicación del biológico quede en manos del Sector Salud y no de los Servidores de la Nación.

“Si bien el día de hoy 22 de enero, el presidente ha mencionado que se autorizará la compra de las vacunas por los gobiernos locales y particulares, se debe de tener en cuenta que la misma es una vacuna de emergencia y por lo tanto, para poder adquirirla en los mercados internacionales, habría que revisar primero los protocolos y normas sanitarias internacionales en la materia”, apuntó la AF.

Adicionalmente, expusieron que hay que entender que la producción mundial de las vacunas, cuenta con contratos de compras desde hace meses, que hace difícil encontrar disponibilidad de la misma en los laboratorios que la producen.

El Gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, apuntó que uno de los temas prioritarios para los planes de trabajo es el de Salud, dadas las condiciones epidemiológicas, por lo que el mandatario expuso la que postura de la Alianza Federalista ante el Plan Nacional de Vacunación contra el Covid-19, es adquirirla en medida de lo posible. 

“Este año uno de los mayores retos del país es implementar un Plan de Vacunación contra el Covid-19, basado en un análisis objetivo de la epidemia en México; la escasez mundial nos obliga a que las vacunas que el Gobierno Federal está adquiriendo con el dinero de los mexicanos se apliquen con la máxima seguridad, transparencia, eficacia y cobertura”, señaló.

En este sentido, los gobernadores del Bloque Federalista condenaron que el Plan de Vacunación no cumpla con una visión de Salud integral, que cumpla con las medidas de mitigación y contención de la epidemia en el país considerando a grupos prioritarios, pues no se presentó ante la opinión del Consejo  Nacional de Salud y ante el Consejo Nacional de vacunación, ambos organismos concentran en los expertos y responsables por ley de esta materia.

Asimismo, Riquelme Solís expuso que no hay certeza de que las segunda dosis correspondientes a quienes ya recibieron la primera llegue a tiempo y acusó que no cuenta tampoco con un plan crítico para aplicarla al resto de la población, representando además un alto riesgo el arribo de los biológicos pues no se da parte al Sector Salud y tampoco hay un calendario de entregas o un documento técnico que garantice que los proceso técnicos para su manipulación es la adecuada. 

“La idea de comenzar con las rancherías más alejadas, obedece más a una corazonada y ocurrencia del criterio epidemiológico. Los datos muestran que el mayor número de contagios sucede en zonas urbanas con zonas de marginación, pacientes crónicos y adultos mayores y se olvide entonces que en este momento el objetivo es mitigar el contagio”, cuestionó. 

No obstante, los gobernadores de la AF recordaron que es la primera vez que una estrategia de vacunación “tiene un líder diferente al Sistema Público de Salud, es la primera vez que se deja en manos de inexpertos, y se utiliza a los médicos y enfermeras solo como mano de obra para una tarea que consideramos vital”. 

Señalando que el hecho de que los “siervos de la nación”, coordinen una brigada y tomen decisiones de prelación y ubicación, ponen en riesgo a las personas, porque no tienen conocimiento de la situación de la epidemia de cada entidad, no conocen el perfil epidemiológico de la población, ni la red de servicios de salud.