San Diego. Los actores de la serie Game of Thrones, un fenómeno de popularidad a escala global, salieron en la Comic-Con de San Diego al rescate de sus guionistas y defendieron el desenlace de la serie, que en mayo provocó la frustración de cientos de miles de fanáticos.

Antes de su aparición el viernes, los organizadores de esta convención dedicada la cultura pop recordaron al público que hicieran sentirse "bienvenidos" a los integrantes del elenco.

La recepción a los actores fue bastante entusiasta, pero ese ánimo no impidió que el danés Nikolaj Coster-Waldau -que interpretó en la serie a Jaime Lannister- fuera abucheado cuando dijo que la muerte de su personaje, en brazos de su hermana Cersei, había sido "perfecta".

"Esta serie ha sido vista y amada por mucha gente, y es obvio que cuando llega a su final van a sentirse fastidiados, sin importar lo que ocurra", agregó.

El capítulo final de la octava y última temporada, que HBO puso al aire en mayo de 2019, batió el récord de audiencia de la cadena con 19.3 millones de espectadores.

Sin embargo, antes del comienzo de la temporada final de esta serie ambientada en un mundo medieval fantástico creado por el autor estadounidense George R.R. Martin, un grupo de seguidores de GoT criticó con dureza su desenlace.

Una petición creada en la plataforma Change.org que reclamaba rehacer la octava temporada "con autores competentes" logró 1.6 millones de adhesiones.

El actor irlandés Conleth Hill, Varys en la serie, bromeó diciendo que no se arrepentía de haber "iniciado la petición". Tras describir la reacción de los seguidores durante las primeras temporadas como muy positiva, calificó las críticas más recientes como "una campaña mediática de odio".

Para el británico Isaac Hempstead Wright, que interpretó a Bran Stark, la fortaleza del final es su ambigüedad.

"Una de las cosas más inteligentes sobre este final es que no concluye de manera extremadamente clara", dijo. "Es el caos en el reino (...) No está definitivamente cerrado, y deja lugar a la interpretación".

Por su parte, el actor John Bradley (Samwell Tarly), retomó otra polémica vinculada a la insólita presencia de un vaso de la cadena Starbucks en el fondo de una de las escenas.

"Pido disculpas por haber tenido sed", dijo en tono de broma, y negó ser el responsable del incidente.

La Comic-Con había anunciado también la presencia de los creadores de la serie, David Benioff y Dan Weiss, en la que hubiese sido su primera aparición pública luego de la emisión del capítulo final. Sin embargo, Benioff y Weiss cancelaron su cita pocos días antes, al igual que otros dos integrantes del elenco.

Esta semana, Game of Thrones batió el récord de nominaciones en los Emmy Awards, los premios de la televisión estadunidense, con menciones en 32 categorías.