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‘This is Acting’: El fino arte de ser genérico
Calificación: 4 de diez
Discos como este me provocan una pereza increíble. Pereza que a ratos se convierte en irritación, donde me dan ganas de quitar el álbum y lanzarlo como un frisbee hasta que se estrelle en alguna pared o caiga en la calle y sea aplastado por las llantas de un carro. Claro, eso ya no se puede hacer casi en ningún caso, por que las producciones musicales ahora se compran de manera digital y no física. Así que una cosa es segura, el nuevo disco de Sia, “This is Acting”, quedará borrado de mi iPod para siempre. No, no exagero, será muy prolífica la cantante y tiene algo hipnótico en su voz, pero en el fondo estas canciones son el pop más genérico y sin chiste que se pueda escuchar. Podrá sonar divertido, pegajoso y es posible traer las canciones en la cabeza, pero eso no significa que sean buenas, es más, que se metan sin permiso en nuestro cerebro es casi una tortura con la que tendremos que cargar por el resto del día.
Se trata del séptimo disco de la cantante. Sí, tiene otros cinco antes además del famoso “100 Forms of Fear” (2014), que así conste lo productiva que es, aunque su trabajo se haya popularizado sólo recientemente, lo cual, en general, se puede decir que es una virtud. Cuando vi el video de “Chandelier”, quedé cautivado como muchos por lo que me pareció una maravillosa obra de arte. Me pregunté de inmediato, ¿quién es esta mujer? Sabía que la niña que bailaba no era ella y luego supe que la tal Sia Furler, no gustaba de mostrar su rostro, o al menos así era la campaña de publicidad (o concepto artístico, si se le prefiere llamar así) de ese álbum. O cantaba de espaldas al público o traía elaborados peinados y/o máscaras que ocultaban su cara. Esto me intrigó todavía más y me dije, “vaya, que interesante mujer, creo que debería escuchar su disco”. Y así caí bajo los encantos de “100 Forms of Fear”, el cual resultó una gran decepción.
Antes de escucharlo, para hacer la labor completa decidí aventarme lo que sea que hubiera hecho antes de “Chandelier” y por medio de un disco compilatorio puse atención a a los orígenes de tan interesante artista. Resultó que esos orígenes no tenían nada de interesantes. ¿Y qué tal “100 Forms of Fear”? Pues sin duda fue de lo mejor que escuché, pero tampoco era nada del otro mundo. Sí el video del famoso sencillo era impresionante y esa canción me parecía buena, aunque no sé si era por el video o porque la canción de verdad era buena. El asunto es que pronto se me acabó el encanto y concluí que Sia no tenía nada que ofrecerme. Luego me enteré que además de cantar, también tenía una carrera como compositora, escribiendo éxitos para otras cantantes pop como Beyoncé o Rihanna. Precisamente su nuevo disco está formado por temas rechazados, es decir, canciones que ella escribió para otros artistas y que le fueron devueltos. Así que ya que los tenía pues, ¿por qué no hacer un disco propio con ellos en vez de tirarlos a la basura?
Ella misma lo explicó así en varias entrevistas, de ahí el nombre del disco, “This is Acting” (“esto es actuación”). Según ella sus nuevas canciones las escribió pretendiendo que era otra persona, determinada artista a la que después vendería su composición. Algo debe decirnos el hecho de que las grandes estrellas pop hayan rechazado estas canciones. ¿Son malas? ¿Acaso Sia les puede infundir nueva vida? ¿Pudo ella ver lo que las demás no vieron? ¿O es simplemente un material reciclado que ya estaba a la mano y decidió lanzar nada más para darle seguimiento al éxito? Me inclino por una respuesta afirmativa a esta última pregunta. Esa impresión está por todos lados en el disco. Temas escritos con todas las ganas de volverse himnos millonarios, que se quedan en el intento. Se notan las ganas, se nota el empeño, pero Sia lo único que quería era vender esos temas y ahora nos los vende a nosotros con la ilusión de que de verdad son buenos.
No es que odie al pop, para nada, pero es un género tan repetitivo, tan cansado, que hacer de verdad algo memorable con él requiere de un esfuerzo mucho mayor, una creatividad desmesurada que es muy difícil de conseguir. Se necesita mucho más que simplemente querer cumplir y hacerse rico con temas fáciles que si son exitosos es simplemente a base de repetición, tanto en la estructura de la canción, como en las estaciones de radio donde pagan porque toquen sus temas una y otra y otra y otra y otra vez. Desde que el disco empieza con “Bird Set Free” muestra todas sus cartas. Aparece un piano que nos hace pensar que tal vez no sea tan malo, pero luego empieza a canturrear y todo se viene abajo.
Tanto el tema de apertura, como los dos siguientes, “Alive” y “One Million Bullets”, pretenden ser inspiradores o algo por el estilo. Hablando de la libertad, de aceptarse a uno mismo, de superar los problemas de la vida, una espiritualidad barata que sólo los hace más molestos. Pero luego de tanta reflexión, pasamos al baile que es igual de vacío que sus reflexiones previas. “Move Your Body” es un dulce de esos que son demasiado empalagosos como para poder seguir con más de un bocado. Esa canción genérica que pretende encontrar su lugar en los antros de todo el mundo. El éxito, el tema que busca conquistar las pistas de baile y hacer que la gente mueva su cuerpo sin sentido, como lo dice el nombre de la canción. Cuando lo escucho me imagino a un montón de niños pequeños brincando felices. Pero Sia quiere seguir inspirando, como si alguien le hubiera pedido sus consejos y nos sermonea con temas como “Unstoppable”, “Footprints” o “Broken Glass”.
El resultado es demasiado repetitivo para llamarlo sobresaliente. Es rutinario e inofensivo, quizá no le hace daño a nadie, pero tampoco le hace ningún bien. No aporta nada nuevo. Eso sí, puedo resaltar dos temas que me parecieron de lo mejor del disco y quizá los únicos que toleraría escuchar más de una vez: “Cheap Thrills” y “Reaper”. No sé para quién hayan sido destinadas esas canciones en su origen (ni me importa, la verdad), pero le quedaron bien. Hacer pop es todo un arte y si se toma a la ligera, se cae en eso que se conoce como “one hit wonder” (maravilla de un solo éxito). Al menos Sia es productiva y sigue haciendo música, supongo que algo decente le puede salir de vez en cuando.