Pese a que Donald Trump es un declarado amigo de las armas, el triunfo del candidato republicano en las elecciones presidenciales en Estados Unidos impactó de manera negativa a los mayores fabricantes de pistolas y fusiles, cuyas acciones cayeron considerablemente.

Tras la victoria de Trump, las acciones de las dos fábricas de armas más importantes Smith & Wesson y Sturm, Ruger & Co. cayeron más de un 12 por ciento.

El triunfo electoral de Trump "elimina cualquier temor realista de una legislación de armas más estrictas", afirman los expertos de la empresa de investigación Wedbush Equity Research.

La posibilidad de una reglamentación más estricta en caso de una victoria de la candidata demócrata Hillary Clinton había levantado en los últimos meses las ventas en la industria de armas.

Durante el Gobierno de Barack Obama los fabricantes de armas se beneficiaron fuertemente por miedo a que se implementara un control más estricto. Sin embargo, según los expertos, una legislación tampoco pondría verdaderamente en aprietos a la industria.

Durante la campaña electoral, el líder del mercado Smith & Wesson y Sturm, Ruger & Co. tuvieron un auténtico boom de ventas. En los últimos trimestres fiscales la empresa de armas incrementó sus ventas en un 40 y 34 por ciento en relación a los períodos del año anterior.