Accidente del Metro, ‘bomba de tiempo’, trabajadores del STC esperaban una situación similar
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Accidente del Metro, ‘bomba de tiempo’, trabajadores del STC esperaban una situación similar
CDMX.- Una tragedia como la que enlutó al pueblo de Tláhuac y a la Ciudad de México la noche del lunes 3 en la Línea 12 (L12) –cuando colapsó una trabe metálica del tramo elevado por donde pasaba un tren que se dirigía a la estación Olivos y dejó 26 personas fallecidas y casi 80 heridas–, “pudo pasar en cualquiera de las líneas del Metro. ¡Esto es una bomba de tiempo!”, coinciden trabajadores del STC.
Las fallas detectadas desde el diseño y construcción de la llamada Línea Dorada, en la administración de Marcelo Ebrard en el gobierno capitalino, y los trabajos correctivos, aunque presuntamente insuficientes, realizados bajo la administración de Miguel Ángel Mancera, cobraron factura mortal en la gestión de Claudia Sheinbaum que, de por sí, ya traía un historial de reducción del presupuesto para el llamado “gusano naranja” y enfocó su prioridad de inversión y modernización en la Línea 1, la de más antigüedad del sistema, con 4 mil 500 millones de pesos.
Aunque lo ocurrido en la L12 es lo más grave acontecido en los últimos 45 años en el Metro de la CDMX –que se acerca a su 52 aniversario–, es el tercer hecho que provoca la muerte de personas en lo que va de la administración de la morenista y bajo la dirección general de Florencia Serranía Soto.
El choque de trenes en la estación Tacubaya de la Línea 1, el 10 de marzo de 2020, y el incendio del Puesto Central de Control (PCC1) el 9 de enero de 2021 –con saldo de un muerto, cada uno– han sido las más recientes advertencias de los riesgos que amenazan a todo el STC por las pésimas condiciones de sus instalaciones fijas y rodantes, escasez de refacciones, direcciones acéfalas o concentradas en una sola persona, recortes de prestaciones laborales y falta de equipos de seguridad para sus poco más de 15 mil trabajadores.
Por cierto, cuando ocurrió el incendio en el PCC1, Serranía Soto se ostentaba como directora general y como subdirectora de Mantenimiento a la vez. Recientemente Nahum Leal fue nombrado en el puesto.
PREDESTINADO
La mañana del martes 4, vecinos de distintas colonias y pueblos de Tláhuac, en el suroriente de la Ciudad de México, fueron a la zona. Recordaban que, desde antes del inicio de la construcción de la Línea Dorada, el 23 de septiembre de 2008, hubo cuestionamientos y rechazo, no sólo en Tláhuac, sino en las alcaldías Iztapalapa, Benito Juárez y Álvaro Obregón, por donde corren sus 24.5 kilómetros en 20 estaciones, nueve de ellas elevadas, y sus 220 mil usuarios diarios en tiempos normales, sin pandemia.
En sus palabras explican lo que en términos técnicos han dicho empresas nacionales y extranjeras que han revisado la obra.
El día de su inauguración, el 30 de octubre de 2012, la empresa alemana ILF Consulting Engineers advirtió que, si se operaba de manera indebida y no se le daba el mantenimiento preventivo y correctivo, podrían verse alteradas las condiciones de funcionamiento, algo que fue sucediendo gradualmente. Con información de Proceso