CIUDAD DE MÉXICO.-  Acapulco, Guerrero, abrió el último viernes de abril con 29 por ciento de ocupación hotelera tras episodios de violencia. Prestadores de servicios turísticos calificaron como “un milagro que hubiera presencia de visitantes a pesar de la crisis que se vive en el puerto”.

Este sábado los destinos guerrerenses que forman el “Triángulo del sol” reportaron una ocupación hotelera promedio de 59.3 por ciento. Ixtapa Zihuatanejo es el destino con mayor presencia de turistas, según la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), con 68 por ciento de ocupación; el puerto de Acapulco alcanzó un promedio de 56.7 por ciento, en tanto  la zona Dorada registró 68.7 por ciento. 

La zona Náutica 40.8 por ciento de sus habitaciones ocupadas, superando a la zona Diamante la cual ocupó el 38.3 por ciento. Taxco de Alarcón reportó del 45.5 por ciento.

El presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA), Jorge Laurel González, advirtió el pasado viernes que si las autoridades federales no mejoran la seguridad se corre el riesgo de perder la sede del Tianguis Turístico. Consideró que en un año se pueden obtener “resultados favorables y medibles para generar una percepción de seguridad”, aunque reiteró que ninguno de los operativos de seguridad para blindar la franja turística funciona.

Laurel González celebró que las citas concertadas durante la 41 edición del Tianguis Turístico se realizaron, y que la balacera del domingo pasado no afectó la venta de Acapulco como destino vacacional. Afirmó que el regreso de Tianguis al puerto fue muy cuestionado, pues los acontecimientos que generaron pánico entre la población, así como el cierre de negocios difundieron una imagen “poco favorable”.

“No son nada agradables y generan una percepción negativa para el destino, para el estado y afecta la principal actividad económica que es el turismo. Efectivamente fue cuestionado, pero también es un compromiso presidencial el regreso del Tianguis”, destacó en declaraciones del viernes por la mañana. Indicó que la imagen de inseguridad que se proyecta de Acapulco obliga tanto a los empresarios como a las autoridades “a darle una vuelta” y “trabajar desde nuestras trincheras”.

De la inseguridad y el blindaje de la Costera, Laurel González expuso que “son hechos que no podemos ocultar”. “Se requiere de un cambio en la estrategia porque a la fecha, en la cuenta que tenemos se han anunciado alrededor de 29 operativos en Guerrero y Acapulco, pero no han dado ningún resultado y vamos de mala en peor”, señaló. “Las citas de negocio se llevaron sin contratiempos y lo que ocurrió el domingo pasado no influyó en la decisión de los compradores”, concluyó el hotelero.

Al respecto el gobernador Héctor Astudillo Flores respondió que “no, yo no veo ningún riesgo de que se pierda la sede, es una decisión federal, entonces yo lo que creo es que hay que prepararnos bien, para responder así a quienes hoy no nos tienen confianza, y yo como guerrerense me tengo confianza, en que podemos hacer un buen papel en el próximo tianguis y mejorar las condiciones de Acapulco y del estado de Guerrero”.

Reconoció que lo que pasó el domingo, sobre la balacera entre las fuerzas armadas y sicarios, es sin duda es algo muy lamentable, que se salió de control, “al final de cuentas ustedes ya saben la razones, ya las hemos explicado mucho, sus consecuencias y eso no nos gusta mucho”.

BALACERAS Y PROTETAS

El pasado domingo, dos ataques a instalaciones de la Policía Federal en el puerto de Acapulco, Guerrero, dejaron como saldo la muerte de un mesero y un presunto miembro de la delincuencia organizada, además de un efectivo de seguridad herido.

Las agresiones en contra de los cuerpos federales desataron el reporte de más una decena de balaceras en varios puntos del centro turístico y al mismo tiempo en redes sociales se compartieron videos sobre los hechos, algunos que correspondían a eventos pasados.

El Gobernador de Guerrero señaló, apenas una hora y media después de que ocurrieran los hechos, que ya la situación ya se tenía bajo control, sin embargo, al siguiente día cientos de escuelas públicas y privadas de todos los niveles cancelaron clases. “Se suspenden las labores por la situación de inseguridad. Hasta el día martes”, se leía en un aviso de las primarias Manuel Ávila Camacho y Manuel M. Acosta, ubicadas en el centro de la ciudad.

Lo mismo ocurrió con los comercios, la avenida Costera, la vía más importante de Acapulco, estuvo casi desértica y apenas si se observaron trabajadores que llegaron a hoteles o restaurantes y alguno que otro turista.

El Gobernador dijo que los ataques derivaron de la detención del presunto ex jefe de sicarios del Cártel Independiente de Acapulco (Cida), Fredy del Valle Berdel, “El Burro”, en Los Cabos, Baja California.

El mandatario señaló que fue una operación coordinada de las bandas delincuenciales para generar una “crisis” en el municipio y señaló que los hechos fueron “magnificados” de manera intencional en redes sociales.

La Fiscalía General del Estado de Guerrero (FGE) se sumó a las criticas a la información de redes sociales y pidió a los ciudadanos  “hacer caso omiso a diversas imágenes y mensajes en redes sociales que señalan que hay un toque de queda en Acapulco”. Aunque señaló la posibilidad de que “pudieran volver a registrarse otros eventos”.

Pese a los intentos del gobierno de Guerrero para que el puerto turístico no sea visto como un foco de violencia, los acapulqueños han visto, en tan sólo los primeros cuatro meses de este año, el asesinato de al menos 337 personas, de acuerdo con el recuento que realiza el diario El Sur.

Han sido también los ciudadanos los que han decidido alzar la voz en contra de la inseguridad en el  municipio.

Unas 80 personas, entre ciudadanos, creadores y promotores culturales, marcharon el pasado miércoles para exigir paz en el puerto.

La caminata trascurrió del Asta bandera al Zócalo y allí el contingente llevó a cabo un mitin para exigir que las autoridades cumplan con brindar seguridad, además de exhortar a la población a que pierda el miedo de salir a las calles.

Los manifestantes traían pancartas con leyendas contra la violencia como: “No más violencia en Acapulco”; “No me robes mi libertad, mejor garantízame seguridad”, o “Menos balas, más poesía”.

Un día después, al menos 20 trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y la Secretaría de Salud (SSa)se manifestaron a un costado de la entrada principal del hospital del ISSSTE en Acapulco, como parte de la conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Al plantón se integraron estudiantes de la Facultad de Medicina de la UAG que se unieron a la denuncia por los recientes hechos de violencia contra el gremio.

El médico jubilado Nemesio Soberanis Martínez, del Frente de Trabajadores de la Salud del Estado de Guerrero, señaló que en los últimos dos años la violencia se ha agudizado a los trabajadores de las diversas instituciones de salud, con asesinatos, secuestros y extorsiones.

“La angustia [es] permanente debido a que hay el peligro que sean levantados, secuestrados o asesinados”, dijo.

Reiteró que los trabajadores de la salud que atienden a los heridos por arma de fuego por hechos de violencia que llegan a los hospitales temen que también sean lastimados al atenderlos, y pidieron “todos esos casos sean atendidos en hospitales militares, porque ahí hay las condiciones de salvaguardarlos”.

Acompañado de más médicos, informó de una carta abierta para el Gobernador en la que se hacen pública sus peticiones en seguridad, como la colocación de cámaras de vigilancia y presencia policíaca en zonas de hospitales y de escuelas.

ASTUDILLO PIDE APOYO A LA SEGOB

El Gobernador priista se reunió el miércoles con el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y acordaron que el gabinete de seguridad federal asistirá de nueva cuenta al estado en próximos días.

Y un día después, Astudillo Flores y el presidente municipal de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, sostuvieron un encuentro con dirigentes de cámaras empresariales, asociaciones civiles, grupos religiosos, constructores y funcionarios municipales, a quienes convocaron a cerrar filas para salir de la crisis.

“No nos pongamos del lado del mal, creo que entre todos hagamos una reproducción de cosas positivas y no perder la esperanza, porque si caemos en el desánimo generalizado nos haremos más daño del que ya de por sí hicieron el mal el domingo, los que ayudaron a la crisis, los que aumentaron, lo que pusieron fotos que no eran reales, los que pusieron grabaciones falsas, sin duda se van a estar regocijando de hacer más daño a Acapulco”, pidió Astudillo.