Abrir la caja negra del arbitraje, paso necesario

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Abrir la caja negra del arbitraje, paso necesario

La Liga MX presume que ha tenido, hasta la Jornada 11 del presente torneo, 54.9 millones de telespectadores; el 61% pertenece al público en México y el 39% restante a Estados Unidos. Estos números darían —en 98 partidos— un promedio de poco más de 560 mil televidentes por juego; es decir, números bajos. Además, sería imposible tomarlos de esa forma, ya que Televisa y Azteca acaparan el mercado de audiencias, dejando a Fox Sports, ESPN —y a Univisión y Fox Deportes en Estados Unidos— con números nada espectaculares.

Ese punto se debe a la carencia de espectáculo y, si este torneo ha sido mucho más atractivo que el Guardianes 2020, todavía hay mucho por hacer y tratar de volver a conectar a los aficionados con la Liga. Partidos como el Toluca vs. Puebla o Cruz Azul vs. Atlas, y obviamente el Chivas vs. América, catapultan a un certamen que debería ser más visto.

Hay un descontento generalizado en el futbol mexicano: el arbitraje, que ha tocado fondo y lleva a muchos aficionados a una percepción de sentirse timados. Lo sucedido en San Luis Potosí es tocar fondo, la demostración más palpable de que nadie está trabajando para sacar al arbitraje adelante y siembra una cantidad de dudas, lógicas y naturales, sobre que hay tendencias para beneficiar a uno u otro.

San Luis tiene, en la tabla de cocientes, 64 puntos en 63 partidos. Inició el juego contra Pumas con mejor cifra y —al minuto 6— encontró un gol legal de Nicolás Ibáñez, el cual Marco Antonio Ortiz se lo quitó. Fue el primero de tres tantos invalidados al equipo. Lo inverosímil es que no haya ido a revisar la jugada al VAR. Grave también que no haya sancionado un claro penalti cometido por el defensa de Pumas Jerónimo Rodríguez, que tampoco quiso ir a revisar. Las otras dos invalidaciones, sí fue a verlas y tenía razón en marcarlas así.

Por eso, hay suspicacias e interpretaciones de los aficionados. Para un equipo que se juega pagar 120, 70 o 50 millones de pesos, cada punto es oro, y —sin ser Nostradamus— arrancar un partido fundamental con ventaja de un gol cambia todo.

San Luis debería solicitar la caja negra de ese partido. Grabación que debe estar en poder de Arturo Brizio y en la que se explicaría a detalle qué pasó con el juez VAR y el juez central, porque solamente en el camión vieron falta de Ibáñez. Y los millones siguen corriendo en contra de la franquicia potosina.

¿A qué le temen?, ¿por qué no hacer públicas las grabaciones de los partidos?, ¿La FIFA no los deja?, ¿ocultamiento de la realidad? Los clubes deben exigir y saber lo que está sucediendo en esas secretísimas comunicaciones entre el VAR y el árbitro central. Ese “secreto de estado” se debe abrir, es la única forma de que mejoren, exhibiendo sus carencias y encontrando soluciones. Porque de nada sirve estar cada semana defendiendo al gremio, por parte de su jefe, si a la siguiente jornada dan espectáculos de este calibre.

La Liga MX, más que presumir cifras televisivas y logros recientes, debería exigir arbitrajes de calidad, tema que proviene de la Federación Mexicana de Futbol. ¿Por qué no un Comité de Ética? Que valore lo que está sucediendo y desprenda información al aficionado, el que quiere conocer qué sucede con su equipo y, claro, con directivos de poco peso en el futbol mexicano, como son los de San Luis.