El juicio al futbolista argentino Lionel Messi por presunto fraude fiscal se inició hoy en Barcelona con una estrategia "al contragolpe" por parte de su defensa y un revés inicial que sus abogados esperan revertir en los próximos días.

"Nosotros somos de contragolpe. Según nos traten, yo contesto", afirmó el letrado Enrique Bacigalupo, a su entrada a la Audiencia para defender al astro del Barcelona y de la selección argentina de un presunto fraude fiscal de 4,1 millones de euros (unos 4,5 millones de dólares) al fisco español entre los años 2007 y 2009.

Pero, a falta de sentencia firme al respecto, el juez que instruye la causa en la Audiencia de Barcelona desestimó de entrada la vulneración del derecho fundamental a no declarar contra sí mismo que tenía Messi y que Bacigalupo esgrimió para intentar lograr la nulidad del proceso contra su defendido y contra su padre, Jorge Messi.

Según expuso Bacigalupo, la Hacienda española y la Abogacía del Estado contaban con información suficiente desde la primera inspección para atisbar un posible delito fiscal de cuya investigación deberían haber informado a Messi y a la Fiscalía española.

La querella contra los Messi, sin embargo, no se presentó hasta 2013, dos años después de haber iniciado la investigación sobre las finanzas del crack argentino.

"Cuando hay una mínima sospecha de que se va a investigar a alguien por un posible delito, hay informar", explicó Bacigalupo a dpa.

"Pero no informaron (a Messi) ni enviaron la documentación al fiscal y tampoco paralizaron las actuaciones, como procedía", agregó. "No cumplieron y eso es causa de nulidad".

Sin embargo, tras escuchar la réplica de los representantes de la Abogacía del Estado y de la Fiscalía españolas, el juez que instruye la causa estimó que "no existió vulneración de derecho alguno".

"Aún tiene que resolver esta cuestión en sentencia, pero yo creo que será definitivo", señaló Bacigalupo a dpa. "Pero hay mucho partido por jugar aún", añadió el letrado de Messi.

El futbolista, cinco veces ganador del Balón de Oro, no comparecerá ante los tribunales hasta el jueves.

Entonces, como ya hizo en su anterior comparecencia, la estrella del Barcelona mantendrá que él desconocía por completo cómo se manejaban sus ingresos y que fue su padre quien delegó su gestión en asesores externos.

De ser condenados, Messi y su progenitor se enfrentan a una posible pena de 22 meses y 15 días de prisión, que no les obligaría a entrar en prisión al no superar los dos años de condena y no tener ellos antecedentes penales.