Ramala. El presidente palestino, Mahmud Abbas, pidió hoy a Estados Unidos que intervenga de inmediato tras la escalada de la tensión en la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo en Jerusalén.

En una conversación telefónica con el enviado especial estadunidense a la zona, Jared Kushner, Abbas pidió la retirada de detectores de metal que Israel instaló en las entradas del lugar sagrado, informó la agencia de noticias Wafa, cercana a la autoridad palestina.

El presidente estadunidense, Donald Trump, "debe intervenir de inmediato para obligar a Israel a dar marcha atrás en las medidas adoptadas en la mezquita de Al Aqsa", pidió Abbas. La situación es "muy crítica" y en caso contrario, puede quedar fuera de control, alertó.

El presidente palestino interrumpió un viaje al extranjero debido a la crisis y regresó en la noche del jueves, según Wafa. Está previsto que la cúpula palestina se reúna en una una sesión de urgencia para deliberar sobre la situación.

Por miedo a un nuevo estallido de violencia, Israel sólo permite hoy a los palestinos mayores de 50 años y a las mujeres acceder a la Explanada de las Mezquitas para el rezo del viernes. Numerosos palestinos fueron parados en los bloqueos instalados de camino a la Ciudad Vieja, mientras también se impidió el acceso a la ciudad de autobuses con árabes israelíes que se dirigían a Jerusalén.

Líderes palestinos llamaron a los musulmanes a acudir en masa al rezo del viernes en protesta por la instalación por parte de Israel de detectores de metal en los accesos a la explanada de la Mezquita en lo que consideran un intento de Israel de aumentar su control sobre los lugares santos.

Israel lo niega y justifica las medidas por motivos de seguridad, después de que el viernes pasado tres árabes israelíes mataran a dos policías israelíes a tiros en una entrada de acceso, antes de ser abatidos. También en la noche del jueves un nuevo estallido de violencia cerca del lugar dejó más de 20 palestinos heridos.

El lugar conocido como "Haram al Sharif", donde se erigen la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, es sagrado para los palestinos pero también para los judíos, que sólo pueden rezar en el Muro de las Lamentaciones, el muro occidental que sobrevive de lo que fue el Templo de Jerusalén.