“El negocio es el negocio”, fue lo que pensó Julián, de 53 años, quien ya había cerrado horas antes su comercio de abarrotes, pero continuó vendiendo cerveza hasta que fue descubierto y detenido.

El incidente se registró alrededor de las 2 de la madrugada de ayer domingo, cuando personal de la Policía Civil del Estado realizaba su recorrido de vigilancia por las calles de la colonia Teresitas, siendo en Guachichiles, donde se dieron cuenta del intercambio.

Los oficiales vieron cuando Julián hacía entrega de una caguama y era pagada por el comprador, defendiendo los oficiales al consumidor a quien se le decomisó la bebida como evidencia. Julián a pesar de cerrar horas antes el negocio de venta de abarrotes y bebidas alcohólicas, sigue atendiendo cuando le van a tocar a su puerta en las noches para comprarle cerveza.

No es la primera vez que el comerciante cae en las celdas municipales por el delito de venta de cerveza de manera clandestina, por lo que darán aviso a la instancia correspondiente para determinar si conserva su permiso de venta de bebidas o se le revoca.