Gerardo del Valle, responsable estatal del programa VIH/Sida, señaló que no se tienen localizadas a las personas que pertenecen a grupos de “Bugchasing”.

Puntualizó que es muy difícil llevar un control de ese tipo; sin embargo, la Secretaría sí está enterada de la existencia de este tipo de prácticas. 

“Bugchasing”, son los casos de personas que buscan contraer el virus de manera voluntaria. 

VANGUARDIA publicó la entrevista a un testigo que acude a este tipo de grupos y a líderes de asociaciones civiles que luchan contra la propagación del virus y los derechos de las personas con Virus de Inmunodeficiencia Adquirida.

“No tenemos localizados este tipo de personas. Es muy difícil llevar un registro. Sí sabemos sus conductas sexuales, una de las principales es “la Ruleta Rusa”; es un grupo de personas que tiene relaciones sexuales y uno de ellos es portador del virus. Se lleva a cabo regularmente entre la población homosexual.

Agregó que para combatir la enfermedad, la Secretaría de Salud recibe 30 millones anuales. 

“La Secretaría siempre ha intentado fomentar las sexualidad responsable. Indicó que si es necesario acercarse con las personas que pertenecen y realizan esta práctica para estar informados y llevar un control. 

En el pasado sexenio se destinaron 180 millones aproximadamente para combatir y tratar los problemas de VIH y el Sida.

“Sí es una lástima que la población se exponga así, bien se pudo utilizar este recurso; nuestro país nos brinda muchas libertades pero cada quién elige su estilo de vida”, señaló. 

EL BICHO

En Coahuila existen al menos 15 menores de edad portadores del virus del Sida.

2 mil casos de Sida existen en Coahuila.

65 nuevos casos surgen por año.

40 años en promedio más de vida (luego de ser diagnosticados) tienen los infectados que reciben antirretrovirales.

Por cada 7 hombres infectados, hay una mujer.

Los municipios con más casos son: Torreón, Saltillo, Piedras Negras y Monclova.

Vivir con un seropositivo

Estar en una relación “serodiscordante” significa que uno de los dos es portador de VIH.

Ésta es la historia de un joven chiapaneco que fue discriminado en la UAAAN por 
ser portador del virus y encontró un consuelo en su pareja, que no es portador. 

Chiapas es uno de los estados con los índices más altos de VIH en México.  

“¿Está segura que esta prueba es 100 por ciento segura?”, preguntó Florián a la enfermera mientras se arremangaba la camisa para que entrara la aguja. La primera prueba que se hizo fue aproximadamente dos años atrás en la Universidad Agraria de Saltillo, en una unidad móvil que acudió a realizar chequeo. 

El resultado del análisis fue el número ocho de la fila de personas que se realizaban la prueba y sólo él resultó positivo. Lleva 3 años en Saltillo; vino a estudiar desde Chiapas, es bajito, moreno, tiene 22 años y una voz entrecortada como si siempre estuviera a punto de llorar.

Dentro de su cuerpo lleva un hígado bombardeado hasta la hepatitis por los retrovirales para controlar el virus. Cada bote de pastillas puede costar hasta 10 mil pesos.

Florián abandonó los estudios después de sufrir discriminación por parte de sus “amigos” (entre comillas), como dice él a la hora de hablar de ellos.

Martín Bentancourt es su pareja. Trabaja por las mañanas y acude a la escuela nocturna, se conocieron por “Grindr”. Salieron unas cuantas ocasiones hasta que se dio la relación. Él no carga con el virus en su sangre; viven juntos desde hace un año aproximadamente y Florián insiste en que él es quién le motiva y le recuerda siempre que se tome la píldora.

“En la UAAAN no les dije a mis amigos hasta que me cayera el ‘20’. Después comencé a salir a pruebas; primero le comentó a algunos de mis profesores que iba a ir al médico y no a un chequeo de rutina. No les dije exactamente a qué iba; se enteraron ya casi un mes después”, recuerda.

Florián luego les comentó a sus compañeros, quienes se alejaron e incluso lo dejaron de aceptar en su casa. 

“Caí en depresión; mis amigos me dijeron: ‘ya no vengas a la casa, pues no sabemos cómo controlar la enfermedad’. Descuidé la escuela. Pensaba: ¿para qué voy a seguir? Me voy a morir, no tiene caso que siga”, sigue con su relato.

DUELO 

Florián, al momento de darse cuenta que era portador del virus pensó en vengarse y contagiarlo a alguien más. 

“Después de la negación vienen las ganas de venganza. Pasó por mi mente, pero en realidad no tuve el valor de hacerlo. Me canalizaron con un psicólogo quien me recomendó no tomar represalias con personas inocentes”, relata.

TRES ESTADOS ACABAN DE ENTRAR  

Gerardo del Valle, responsable estatal del programa VIH/Sida, indicó que en tres estados de la República Mexicana ya existen retrovirales para personas que tiene parejas serodiscordantes. Que es un tratamiento que se toma durante un mes, por si se está muy de cerca del virus.  

Este tratamiento evita el contagio inmediatode las personas que viven con un seropositivo.