A 46 años de la peor tragedia ferroviaria en Saltillo que enlutó a México y pocos recuerdan

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A 46 años de la peor tragedia ferroviaria en Saltillo que enlutó a México y pocos recuerdan

Luto. Aunque las cifras oficiales fijan en 147 los muertos, hay quien afirma que la cifra rebasó las mil víctimas. / Archivo
Hoy se cumplen 46 de la tragedia ferroviaria que enlutó al país entero, y que al paso de los años pocos la recuerdan

Aunque oficialmente se manejó que solo 147 personas murieron, la comunidad aseguró que fueron más de mil las víctimas del descarrilamiento de 22 vagones del tren de peregrinos que procedían del Real de Catorce, San Luis Potosí.

La tragedia ocurrió antes de llegar al Puente Moreno, al surponiente de Saltillo a las 23:00 horas del 4 de octubre de 1972, por lo que la ciudad estuvo de luto y cuya noticia se difundió a nivel mundial, relata el profesor Arturo Berrueto González. 

El entonces alcalde de Saltillo, Berrueto González, recordó que ante el dolor que embargó al país por la muerte de cientos de saltillenses, las autoridades federales, estatales, municipales y la comunidad en general unieron trabajo y esfuerzos para auxiliar al rescate de los cadáveres y heridos que se encontraban entre los hierros retorcidos de los carros del ferrocarril.

Recuerdos. En el lugar permanecen algunas cruces. / Archivo

“La noche y madrugada del 5 de octubre de 1972, a unos kilómetros del Puente Moreno se encontraba un lugar dantesco por los cientos de cadáveres, y los heridos que entre llanto y lamentos de dolor solicitaban que se les auxiliara.

“Además se encontraban los vagones de ferrocariles telescopiados y semienterrados, y algunos en llamas y despidiendo grandes cantidades de humo que invadieron el cielo del sur de la ciudad.    

Los días siguientes al 4 de octubre de 1972, Saltillo estuvo de luto, en cada 2 ó 3 cuadras de cada barrio había velorios de las personas que murieron”, recordó.

Luego de la tragedia, decenas de casas de Saltillo jamás volvieron a abrir sus puertas pues familias completas murieron en el accidente.

Tragedia. La noticia tuvo impacto mundial. / Archivo

Pese al accidente ferroviario más grave que haya sucedido en México, las peregrinaciones de saltillenses católicos continuan viajando, aunque ahora en autobuses, a venerar a San Francisco de Asis, en Real de Catorce, expresó.   

Actualmente pocos recuerdan ese suceso.

Berrueto González fue presidente municipal de Saltillo del 1 de enero de 1970 al 31 de diciembre de 1972, por lo que fue testigo del dolor y luto que sufrieron los saltillenses.

A 46 años de este trágico hecho, el profesor recordó que a las 23:00 horas del día 4 de octubre de 1972, se encontraba en su domicilio cuando por vía telefónica Genaro Gutiérrez Dávila, director de la Policía del Estado, le comunicó que se registró un grave accidente ferroviario en Puente Moreno, con algunos muertos y heridos, de lo que informó al entonces gobernador del Estado, Eulalio Gutiérrez Treviño.

“De inmediato el ingeniero Gutierrez Treviño y una comitiva de elementos de seguridad nos trasladamos al Puente Moreno, en el lugar imperaba la oscurudad, y con una poca de luz de los automóviles que acudieron al llamado de auxilio, se detectó que los vagones del tren se telescopiaron y medio enterraron; había personas muertas y prensadas entre los hierros retorcidos, lo que presentaba escenas dantescas”, detalló.

También llegaron elementos del Ejército Mexicano, de seguridad federal, estatal, municipal, de la Cruz Roja, doctores, enfermeras y voluntarios para auxiliar a los peregrinos heridos. 

Sin embargo, todo el personal médico y enfermeras fue insuficiente para atender a las más de mil  personas heridas, por lo que se solicitó y recibió el apoyo del Gobierno Estatal y las instituciones del sector salud de Nuevo León. Los heridos los trajeron a los  hospitales y clinicas de Saltillo y a los heridos más graves los llevaro a Monterrey.

“Al amanecer del día 6 de octubre, el Ejecutivo estatal y cientos de voluntarios apreciamos la magnitud de la tragedia, vimos escenas terribles: los muertos, heridos, cuerpos destrozados y una docena de vagones semienterrados, dice reviviendo el panorama.

Se dijo que los integrantes de la tripulación del tren iban en estado alcohólico, lo que provocó la ira de algunos pasajeros sobrevivientes que perdieron a sus familiares y hubo un intento de linchamiento,  lo que se evitó por las autoridades; los culpables fueron internados en el Centro Penitenciario del municipio de Piedras Negras, relata.

El presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, dictaminó que se indemnizara con 10 mil pesos a cada uno de los deudos de las 147 personas que fallecieron en el accidente ferroviario.

Consideró que la causa del descarrilamiento del tren de peregrinos fue el exceso de velocidad.