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8 cualidades maravillosas que solo poseen las madres
Es probable que sean muchas las cosas que te hayan dicho sobre la responsabilidad de ser madre. Es casi seguro que te hayan comentado, en más de una ocasión, cuáles son las infinitas tareas y sacrificios que conlleva la maternidad.
Que si “dormirás menos horas”, que si “tendrás menos tiempo para ti”, que si “tus prioridades cambiarán”, que si “al final del día terminarás agotada”, son algunas de las tantas frases que quizás te dijeron antes de convertirte en mamá. Y, ciertamente, ahora que lo eres, has comprobado que cada una de estas palabras es totalmente real y acertada.
No obstante, es posible que pocos, o quizás nadie, te haya hablado sobre la otra parte de la maternidad: aquella que más allá de los inagotables deberes y obligaciones, se refiere a las oportunidades de crecimiento personal, emocional y espiritual de ti misma. Esa otra parte que te hará ser una mejor mujer, esposa, hija, hermana, profesionista y ciudadana.
Si este es tu caso, a continuación te comparto ocho verdades maravillosas que, probablemente, nadie te dijo sobre la maternidad y que de seguro has descubierto con el paso del tiempo y no sabías cómo nombrar:
1. Desarrollas más habilidades
Examínate a ti misma con respecto a los quehaceres y tareas que podías hacer antes y después de ser madre. Te darás cuenta de que, inconscientemente, has desarrollado nuevas habilidades y dones que no creías tener.
Ahora, más allá de ser ama de casa, abogada, administradora, contadora o cualquiera que sea tu profesión, te has convertido en una aprendiz y maestra de cada una de las ciencias que abarca la vida.
2. Te vuelves más perceptiva
En definitiva, ser mamá te ha dado ese “sexto sentido” que te permite ver cosas que antes no veías. Tú misma puedes percibirte más atenta a los peligros, desafíos y buenas oportunidades que te rodean.
3. Comprendes mejor tu propia naturaleza
Es probable que la maternidad te haya hecho comprender la verdadera naturaleza de ser mujer. Aquella que pocos te dicen y que sólo descubres una vez que te conviertes en madre. La eterna verdad de que eres creadora de vidas y de generaciones enteras.
4. Desarrollas el verdadero amor en todo su potencial
Ahora que eres mamá no nada más comprendes, sino que desarrollas en la práctica el más grande y puro amor que pueda existir: el amor hacia los hijos. Ese sentimiento que te lleva a dar lo mejor de ti misma con el único propósito de que ellos, tus hijos, puedan ser de verdad felices.
5. Te vuelves más comprensiva
Sin duda alguna, ser madre te ha vuelto más comprensiva con las personas y sus circunstancias. Quizás, si antes tendías a juzgar o criticar con facilidad a tu propia madre, abuela, mujeres o personas que te rodean, ahora te detienes y procuras no hacerlo.
Por supuesto, esto no quiere decir que ser mamá borre todas tus debilidades y defectos. Sin embargo, si te esfuerzas por hacerlo, la maternidad te brinda la oportunidad de abandonar aquellos aspectos negativos de tu persona.
6. Comprendes mejor el verdadero servicio
Si antes creías saber lo que significaba servir, es hasta ahora que comprendes en su totalidad el significado del servicio constante y desinteresado. Ya que, si bien es cierto, ser madre es una responsabilidad, también lo es que la maternidad es el mayor acto de amor y servicio que toda mujer puede brindar.
7. Desarrollas más la humildad
Convertirte en madre te ha permitido dejar de lado aquellos aspectos superficiales y temporales que, probablemente, antes te importaban demasiado. A su vez, la maternidad te ha vuelto una mujer más sencilla y con prioridades más profundas, mismas que te han llevado a desarrollar un mayor grado de humildad.
8. Te acercas más a Dios
Si eres creyente de Dios, entenderás que la labor de dar vida es un proceso que desarrollas junto con él. Es decir, comprendes mejor el amor y el sacrificio que Dios ha hecho por sus hijos, porque es el mismo tipo de sentimiento que tú tienes como madre y esto te permite entablar una relación más cercana y profunda con él.
Por último, recuerda que la más maravillosa verdad sobre la maternidad se encuentra en tu poder de crear vidas tanto terrenales, como eternas.