1
Está ahí, pero está en otro lugar
Si te sientes sola en presencia de tu esposo porque él está ido, en realidad no está ahí contigo. Sus actitudes refieren que tú no existes en ese momento, te mira y te oye pero sabes que no hay ninguna comunicación de ida y vuelta, entonces estás en lo ci
2
Presta más atención a su físico
Hay que poner atención sobre este infame foco rojo. Si tu marido además se arregla más de lo acostumbrado, altera su ritmo normal de vida hacia la realización de ejercicios o rutinas de gimnasio que antes no hacía, pues, de nuevo, estás en lo correcto.
3
Busca estar solo y tiene nuevos gustos
¿Acaso te pide que salgas de casa? ¿O que veas a tus amigas, y te tardes? ¿Saca a pasear al perro, y ustedes ni perro tienen? ¿Escucha otro tipo de música? ¿Desarrolla nuevos intereses sin incluirte? Entonces, es verdad.
4
Esconde el teléfono o la tableta
Si te percatas que realiza esta deplorable acción, es sin duda uno de los síntomas más crueles y sin sentido que nos deja ver que estamos en lo correcto, sobre todo porque nunca antes lo hizo, y que de repente lo haga es una señal inequívoca de que estás en lo cierto.
5
Se le acaba la paciencia
A lo que anteriormente te prestaba atención y cuidados ahora no pone nada de su parte, rehúye las conversaciones y se encuentra de forma permanente respondón y malhumorado, se acaba su paciencia sin mediar una palabra, ni qué decir, estás en lo correcto.
6
Rehuye las relaciones íntimas
Si de pronto, sin ningún tipo de mediación, los encuentros íntimos cesan por completo o los elude todo el tiempo esgrimiendo excusas banales y simplonas, o te consuela por ese motivo y lo hace de manera muy exagerada, entonces es verdad.
7
Casi no está en casa y habla de gente nueva
He aquí que los hombre se equivocan de forma lamentable, siendo éste un síntoma terrible, pues comienzan a hablar de gente nueva en el círculo familiar, lo cual lleva a la irremediable confirmación de que están viendo a alguien más; además de que comienza a ausentarse de casa por largos y frecuentes periodos que antes no. Y si te percataras de que al referirse a la gente nueva, lo hace con entusiasmo o con muchos detalles, estás en lo correcto.