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7 secretos para volver a ser sexy después del parto
En el embarazo nos desconocemos totalmente y, cuando llega a su fin, nos descubrimos como madres. Una vez que regresamos al hogar con nuestro pequeño en brazos y encaramos nuestra nueva “realidad”, luchamos por poner pronto todo en su lugar para que la calma y la bendita normalidad retornen.
Una vez que tu bebé vaya tomando el ritmo de casa y tú ya te sientas más cómoda como mamá, estaremos en posibilidades de regresar a donde nos quedamos en nuestro propio desarrollo y crecimiento como mujer, porque eso sí: tu hijo es muy valioso e importante, pero tú también, así que no nos vamos a descuidar, ¿verdad?
1. Date tiempo en el tiempo
Una de las cosas que más preocupan y hacen sentir mal a las mujeres que recién dieron a luz es su peso y el cambio radical en su figura. Date tiempo, ten paciencia contigo misma y recuerda que tardaste nueve meses en formar a una personita perfecta en tu vientre. ¡Hiciste una tarea extraordinario! Así que, por lo menos, tardarás otros nueve meses en regresar sobre lo andado. Habrá quien logre tener en pocos meses su figura como la tenía antes de embarazarse y otras que tarden años, e incluso unas más que nunca lo logren.
No pierdas de vista que no se trata de una competencia y que ni otorgan diplomas por lograrlo. Si quieres recuperarte lo vas a lograr, de nuevo te verás igual o mejor que antes del embarazo. Bueno, esa respuesta la vas a encontrar en el gimnasio, en comer de forma nutritiva y en tu historial genético.
Solo recuerda ser disciplinada, constante y darte tiempo.
2. En lo posible, hazle al perezoso
El principio de la recuperación de tu cuerpo y tu mente para rendir en tu triple papel de madre, esposa y mujer es descansar. Busca dormir, tener siestas mientras tu bebé también descansa. Come de manera nutritiva y, ¡por favor, no te agotes ni te agobies! Respira, vamos con calma que lo que estamos haciendo es muy importante y vital para ti y los tuyos.
3. ¿Y dónde quedó el maquillaje?
Te sentirás mucho mejor y de un excelente ánimo si te concedes un poquito de atención: embellécete con un maquillaje ligero y natural, ya verás que de inmediato tu estado de ánimo se irá por las nubes.
Entre la alegría de tener a tu niño y sentirte plena como mujer, te aseguro que ¡te verás radiante!
4. No escondas tu cuerpo
Tal vez tu cuerpo aún este un poco inflamado y nada te quede como tú quisieras, pero no te metas ni escondas en los pijamas, los blusones, los pantalones deportivos y otras fachas holgadas que no disciplinan el cuerpo y, por el contrario, sí favorecen que tome cualquier forma menos la que tú deseas.
Ponte un vestidito flojo pero con cintura que te siente bien y te favorezca. Es un buen remedio que te ayudará a pasar de largo la famosa y tan temida depresión post parto porque vas a estar muy ocupada con tu lindo hijo, tu esposo, tu casa, tu trabajo y poniendo mucho empeño en tu nueva y mejorada imagen.
5. Cabello y piel al punto
El embarazo puede producir algún desgaste extra en piel y cabello, por lo que hay que poner doble atención para que se tornen nuevamente hermosos. En cuanto a la piel, la consecuencia natural y frecuente son las estrías. No hay de otra: haz ejercicio una vez que el médico lo autorice, lleva una dieta sana y baja en harinas y refrescos (gaseosas), y no olvides untarte una buena crema anti estrías.
Para el cabello, si es necesario, un buen corte que lo renueve y una vez por semana aplícate aceite de coco antes de ir a dormir, verás que tu cabello poco a poco se humectará.
Come una gelatina por semana o algún producto con colágeno; en cabello, pies y hasta las uñas se verán los resultados.
6. Nuestro secreto: una fajilla
¡A disciplinar este cuerpo poderoso! Nada de fajas duras y extremas, recuerda que vamos poco a poco, así que opta por algo suave y elástico que te dé buen soporte, confianza en el vientre y que te permita transpirar.
7. ¡Sal de casa!
Con todo lo anterior, mi querida amiga, estás lista para salir y conquistar el mundo. ¡Serás una mamá guapísima! Sin descuidar a tu pequeño, retoma la relación con tu esposo, dedíquense un tiempo para salir en pareja –un ratito por lo menos– a caminar o a tomar un helado, tómense de la mano y ¡qué viva el amor! Son una familia ahora, y tú una mujer bella y feliz.
¡Felicidades, preciosa mamá!