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'600 Millas': Problemas con las armas
Estados Unidos, un día cualquiera por la tarde en alguna ciudad fronteriza del país, un joven rubio entra a una tienda pero no busca comprar refrescos o comida chatarra.
Las ofertas que se despliegan frente a él son toda clase de armas de fuego y no importa que tenga al rededor de 18 años, la edad es lo de menos, el señor que atiende le muestra sin ningún reproche toda clase de instrumentos mortales, como si estuviera comprando algo tan inofensivo como un sillón o una lámpara.
Así comienza “600 Millas”, la primera cinta dirigida por Gabriel Ripstein, que al principio parece hablar sobre la venta de armas en Norteamérica pero luego deriva hacia otros lugares en una falta de concisión que quizá sea su mayor problema. La historia, sin embargo, es mucho más interesante que esta pequeña introducción.
La verdadera trama de la cinta comienza tiempo después, cuando el joven mexicno Arnulfo (Kristyan Ferrer) tiene un pequeño problema al estar comprando armas del otro lado del Río Bravo para llevárselas a los narcos de México.
Resulta que el agente de la ATF, Hank Harris (Tim Roth), termina golpeado por el socio americano de Arnie, aquel joven rubio que entró a la tienda a preguntar por armas letales, luego de estar siguiendo los pasos de estos dos.
En un ataque de pánico, el mexicano decide llevarse a Hank en su camioneta, manejando sin un plan concreto de qué hacer en un mundo que parece de pronto demasiado hostil y abrumador para él.
Sus ideas de ganarse el respeto de sus patrones y pronto ascender en el complicado mundo de la Guerra del Narco, toman un vuelco a partir de aquí y la tensión y el peligro se vuelven palpables en una tarea que parecía un trabajo fácil y rutinario.
Tal vez se está revelando demasiado sobre la cinta al decir estos detalles, pero es hasta este punto que se llega al coflicto central. Al principio la película parece llevarnos por otros ámbitos, haciendo una especie de discurso sobre la venta de armas en Estados Unidos, mientras vamos siguiendo la rutina de Arnulfo y su amigo güero.
Esto es bastante interesante, pues la cinta tiene un lenguaje algo frío y distanciado, con un ritmo lento que sigue escenas cotidianas y que con detalles mundanos nos dice todo sin necesidad de ser tan explícita.
Es decir, vamos viendo lo que le sucede al personaje y a través de esto conocemos los pormenores de su personalidad. Pláticas consigo mismo, esperando en la camioneta mientras se come un chocolate, mirándose en el espejo... así se nos presenta al protagonista y es con quien tenemos más empatía, así cuando la acción del segundo acto se desarrolla nos sentimos mucho más involucrados.
Antes de mencionar el principal problema, cabe señalar que esta es la ópera prima de Gabriel Ripstein y sí, su apellido no es ninguna coincidencia, pues es el hijo del legendario director mexicano Arturo Ripstein.
Su cinta está narrada tanto en español como en inglés, por un lado con toda la historia del narco y el personaje de Ferrer y por otro con el de Tim Roth.
Hay que destacar la evidente dedicación de ambos actores, pues aunque al mexicano lo hemos visto en pocos protagónicos, otro es en la cinta “Guten Tag, Ramón” (2013), hace buena mancuerna con una gran leyenda cinematográfica como lo es el británico Tim Roth, quien por su parte tiene aquí otro de sus recientes trabajos con un mexicano, al actuar en “Chronic” (2015) para Michel Franco, quien es también productor de “600 Millas”.
Tanto Roth como Ferrer hacen una excelente dupla y ambos entregan actuaciones bastante buenas para llevar esta historia, donde su interacción es clave.
Pero con todo y que su relación es buena, el personaje de Roth es todo un misterio.
De él no sabemos casi nada más que es un agente de la ATF y por tal motivo nos cuesta mucho trabajo entender sus decisiones. Quizá se puede argumentar que todo este misterio es parte fundamental de la cinta, tomando en cuenta el bastante sorpresivo final donde se nos revelan muchas cosas en un par de escenas, pero no se puede generar un verdadero vínculo entre Hank y Arnulfo si no se conoce bien a ambos.
La actuación de Roth es tan buena que casi no necesitamos saber más, pero hay detalles que nos sacan de la fluida narración, sobre todo en lo referente a su comportamiento, a por qué actúa o no de tal forma ante tan peligrosa situación.
¿Qué busca? ¿Cuáles son sus planes? La cinta responde estas preguntas, pero mientras lo hace Hank parece un tipo fuera de lugar, un personaje que en su esfuerzo por tener una amistad con el protagonista no logra convencer a la audiencia.
Sin profundizar tanto en este detalle, la historia de esta inusual aventura de dos personajes casi opuestos en un mundo hostil es bastante buena. Tanto así que a pesar de su ritmo lento nunca pierde nuestra atención y se siente bastante dinámica, sobre todo en la parte final. Porque se tiene que saber, casi como una advertencia, que este filme no es una película de acción en el sentido cinematográfico de la palabra.
Se trata de una obra que usa largas tomas fijas, planos secuencias, cámara en mano y escenas silenciosas o con pláticas cotidianas que parecen no llevar a ningún lado. Esto no es un defecto, al contrario, el trabajo de cámara es excelente, pero pudiera parecer algo desconcertante para algunas personas.
Así como el final abrupto parecerá una ridiculez y quizá lo sea, tal vez sea algo pretencioso, aunque todo esto se ajusta al tono adecuado para este tipo de historia.
La película ganó el premio a Mejor Ópera Prima en el Festival de Cine de Berlín este año y es justo decir que tiene muchos méritos, pero tampoco es perfecta.
La parte de la venta de armas y la aventura con el narco, que sucede en gran parte en México, parecen dos entes separados que, aunque funcionan, al verlos juntos nos cuesta trabajo sentirnos del todo enganchados por el argumento general.
Es como si faltara cierto enfoque o fuerza para entrar de lleno sobre lo que nos quiere decir la película exactamente.
¿Cuál es su discurso a final de cuentas? ¿Nos llevamos alguna lección? ¿Qué punto de vista toma respecto a esta historia?
Estas preguntas parecen no tener respuesta clara, pero esto tampoco quiere decir que no sea un pequeño drama entretenido que funciona en varios niveles.
CALIFICACIÓN: 7.5 DE DIEZ
EL DATO
> Director: Gabriel Ripstein
> Elenco: Tim Roth, Kristyan Ferrer, Harrison Thomas, Monica del Carmen.
> Género: Drama.
> Clasificación: B15
> Duración: 85 minutos.